servaciones del péndulo alguna conclusion acerca de la curvatura de la tierra, es preciso no perder de vista que la consolidacion de la costra terrestre puede haber sido anterior á la erupcion de las masas basálticas y metalíferas.
^(34) Pág. 152.—Laplace. Exp. du Syst. du Monde, p. 231.
^(35) Pág. 153.—Las observaciones del péndulo hechas por la Caille, en el cabo de Buena-Esperanza, y calculadas con el mayor cuidado por Mathieu (Delambre Hist. de l'astron. au XVIII. siecle p. 479), dan un aplanamiento de 1284'4; pero de cualquier manera que se conbinen las observaciones hechas bajo las mismas latitudes en ambos hemisferios, no hay razon alguna para creer que el aplanamiento del austral sea mayor que el del boreal (Biot, en las Mem. de l'Acad. des sciences, t. VIII, 1829. p. 39-41.)
^(36) Pág. 153.—Los tres métodos de observacion dan los resultados siguientes; 1.° por la desviacion de la plomada cerca del monte Shehallien (en galo Tichallin) en el Perthshire, método propuesto antiguamente por Newton, y ejecutado en 1774-1776 y en 1810 por Maskelyne, Hulton, y Playfair: 4713; 2.° por las oscilaciones del péndulo, observado sobre el vértice de una montaña y en la llanura: 4837 (observaciones de Carlini sobre el Monte Cenis, comparadas con las de Biot en Burdeos, Effemer. astr. di Milano, 1824, p. 184); 3.° por la balanza de torsion, con el auxilio de un aparato imaginado primitivamente por Mitchell: 5,48 segun Cavendish; (5.32, segun la revision que hizo Hutton de los cálculos; y 5,52, segun nueva revision de Eduardo Schmidt; Lehrbuch der mathem. Geogr. t. I, p. 487); Reich encontró por la balanza de torsion, 5,44. En el cálculo de estas últimas investigaciones, verdadera obra maestra de exactitud, el profesor Reich obtuvo primero por termino medio, 5,43 (con un error probable de 0,0233 únicamente); pero teniendo en cuenta lo que la fuerza centrífuga hace disminuir la intensidad de la pesantez en la latitud de Freiberg (59° 55'), obtíenese de finitivamente 5,44. La sustitucion del hierro fundido al plomo no produce diferencia alguna que no pueda atribuirse justamente á levísimos errores de observacion; no se ha manifestado señal alguna de accion magnética (Reich, Versuche über die mittlere Dichtigkeit der Erde, 1838. p. 60, 62 y 66.)
La densidad media de la tierra que se dedujo primeramente de las observaciones hechas en el vértice y al pie de las montañas, tiene de menos casi 16: 4,761 (Laplace, Mecan. celeste, t. V. p. 46) ó 4,785 (Ed. Schmidt, Cours de Geograph. mattem. t. 1. § 387 y 418.) Esta diferencia se esplica por haber asignado en los cálculos al aplanamiento un valor menor del real, y por la dificultad de determinar con exactitud la densidad de