p. 479, fig. 25): «We have herea brother System bearing a real physical resemblance and strong analogy of structure of our own.»
^(13) Pág. 137.—Sir William Herschell, en las Transact. for, 1785, t. I, p. 257. Sir John Herschell, Astron., § 616. («The nebulous region of the heavens forms a nebulous milky way, composed of distinet nebulæ as the other of stars.» El mismo, en una carta que me dirigió en marzo de 1829.)
^(14) Pág. 137.—John Herschell, Astron., § 585.
^(15) Pág. 137.—Arago, Annuaire de 1842, p. 282-285. Astronomie populaire, t. I, p. 524-527 y 534-536.
^(16) Pág. 137.—Olbers, sobre la transparencia de los espacios celestes en Bode's Jahrbuch, 1826, p. 110-121.
^(17) Pág. 138.—«An opening in the heavens,» Villiam Herschell en las Transact. for., 1785, t. LXXV, primera parte, p. 256; el francés Lalande, en el Conn. des temps para el año VIII, p. 383; Arago, Astronomie populaire, t. I, p. 511.
^(18) Pág. 138.—Aristóteles, Meteor., l. II, c. 5, 1; Séneca, Natur. Quæst., l. I, c. 14, 2. «Cœlum discessisse», en Ciceron, de Divin., l. I, capítulo 43.
^(19) Pág. 138.—Arago, Astronomie populaire, t. I, p. 515.
^(20) Pág. 139.—En diciembre de 1837, sir John Herschell vió la estrella η de Argos, que habia sido hasta entonces de segunda magnitud, crecer rápidamente en brillo, y llegar á ser de primera. En enero de 1838, lucia ya tanto como la de la α del Centauro. Segun las noticias mas recientes, Maclear la halló en marzo de 1843 tan brillante como Canopea, y aun la α de la cruz del Sud pareca completamente deslucida al lado de la η de Argos.
^(21) Pág. 140.—«Hence it follows that the rays of light of the remotest nebulæ must have been almost two millions of years on their way, and that consequently, so many of years ago, this object must already have had an existence in the sidereal heaven, in order to send out those rays by which we now perceive it.» William Herschell, en las Transact. for., 1802, p. 498: John Herschell, Astron. § 590; Arago, Astronomie populaire, t. I, p. 363-406 y 438-445.
^(22) Pág. 140.—Este verso es de un precioso soneto de mi hermano Guillermo de Humboldt, gesammelte Werke, t. IV, p. 358, núm. 25.