de los fenómenos de la polarizacion para analizar la luz de los cometas, llevan la fecha del 3 de julio de 1819, la noche misma que aparecía de repente el gran cometa. Yo estaba entonces en el Observatorio, y pude convencerme, como Mathicu y como el difunto Bouvard, de que las dos imágenes luminosas obtenidas por medio del anteojo prismático, tenian un brillo desigual, cuando el instrumento recibia la luz del cometa, al paso que cuando mirábamos á la Cabra, cerca de la cual se encontraba el cometa aquella noche, las dos imágenes brillaban con la misma intensidad. En la época del retorno del cometa de Halley, en 1835, el aparato modificado indicaba la presencia de la luz polarizada, por el contraste de dos imágenes de colores complementarios (rojo y verde, por ejemplo); nueva aplicacion de la polarizacion cromática, cuyo descubrimiento es debido á Arago. Véanse, Annales de Chimie, t. XIII, p. 108, y el Annuaire, de 1832, p. 216. «Del conjunto de estas observaciones, dice Arago, debe deducirse que la luz del cometa no estaba compuesta en su totalidad de rayos dotados de las propiedades de la luz directa, propia ó asimilada; en él se encontraba luz reflejada especialmente y prolongada, esto es, luz proveniente del sol. De este método no puede asentarse de una manera absoluta que los cometas no tengan luz propia. En efecto, hechos luminosos por sí propios, los cuerpos no pierden por esto, la facultad de reflejar luces estrañas á ellos.»
^(52) Pág. 93.—Arago, en el Annuaire de 1832, p. 217-220; Sir John Herschell, Astronomie, § 488.
^(53) Pág. 96.—Encke, en las Astron. Nachrichten, 1843, n.° 489, p. 130-132.
^(54) Pág. 97.—Laplace, Expos. du Systéme du Monde, p. 216 y 237.
^(55) Pág. 97.—Littrow, Beschreibende Astronomie, 1835, p. 274. Acerca del cometa de corto período descubierto recientemente por Faye en el Observatorio de París, cuya escentricidad es 0,551, su distancia perihelia 1,690 y la afelia 5,832, véanse las Astron. Nachrichten de Schumachcr 1844, n.° 495. (Acerca de la identidad presunta del cometa de 1766 con el tercer cometa de 1818, véase la obra citada, 1833, n.° 239; y sobre la identidad del cometa de 1743 con el cuarto cometa de 1819. el n.° 237).
^(56) Pág. 99.—Laugier, en los Comptes rendus des Séances de l'Academie, 1843, t. XVI, p. 1006.
^(57) Pág. 101.—Fries, Vorlesungen ueber die Sternkunde, 1833, p. 262-267. Se encuentra en Seneca (Nat. Quæst, l. VII, c. 17 y 21) una prueba