la presencia de un bajío ó de un banco de arena colocado fuera de las corrientes, por el descenso de temperatura de las aguas que le cubren. Este fenómeno, del cual puede sacarse partido para hacer mas segura la navegacion, proviene á mi juicio, de que las aguas profundas, arrastradas por el movimiento general de los mares, suben las pendientes que rodean á los bajíos, y van á mezclarse con las capas de agua superiores. Mi inmortal amigo sir Humphry Davy, ha dado esta otra esplicacion: las moléculas de agua que durante la noche se enfrian por via de irradiacion, descienden hácia el fondo del mar; pero encima de un bajío, quedan estas moléculas mas cerca de la superficie, conservándose asi la temperatura á una menor elevacion que por cualquiera otra parte. Sobre los bajíos suelen formarse con frecuencia nieblas, porque el agua fria que los cubre determina una precipitacion local de los vapores contenidos en la atmósfera. Yo he visto muchas veces estas nieblas al Sud de la Jamaica y en el mar del Sud; sus contornos definidos, vistos desde lejos, reproducian exactamente la forma de los bajíos, como verdaderas imágenes aéreas en que se reflejaban los accidentes del suelo submarino. El agua fria que cubre ordinariamente los bajíos, produce efectos todavía mas sorprendentes en las altas regiones de la atmósfera, donde casi obra como las islas aplanadas de coral ó de arena, siendo muy comun ver en pleamar, lejos de las costas y en un cielo sereno, nubes suspendidas sobre los puntos donde están situados los bajíos, en cuyo caso se puede observar con el auxilio de la brújula la direccion de aquellos puntos, como si se tratase de una cadena de montañas ó de un pico aislado.
Con una superficie menos variada que la de los continentes, encierra, sin embargo, el mar en su seno una exhuberancia de vida, de la que ninguna otra region del globo basta á darnos idea. Cárlos Darwin nota con razon en su