tiendo de esta manera á los habitantes de las costas los peligros que están espuestos á correr en tales épocas.
Las corrientes oceánicas, cuya influencia en las relaciones de los pueblos y en el clima de las regiones próximas á las costas, no puede desconocerse, dependen del concurso casi simultáneo de un gran número de causas mas ó menos importantes, entre las cuales pueden contarse las siguientes: la propagacion sucesiva de la marea en su movimiento alrededor del globo; la duracion y la fuerza de los vientos reinantes; las variaciones que la pesantez específica de las aguas del mar esperimenta segun la latitud, profundidad, temperatura y grado de salazon (68); y por último, las variaciones horarias de la presion atmosférica tan regulares bajo los trópicos, que se propagan sucesivamente del Este al Oeste. Singular espectáculo el que presentan las corrientes en medio de los mares: su anchura está determinada, y atraviesan el Océano como rios cuyas orillas estuvieran formadas por aguas mansas, que contrastan por su inmovilidad con el movimiento de las otras, sobre todo cuando largas capas de algas arrastradas por la corriente permiten apreciar su velocidad. Durante las tempestades notánse á las veces en la atmósfera corrientes análogas, aisladas en medio de las capas inferiores; y si un bosque se encontrase á su paso solo se verian árboles derribados en la estrecha zona seguida por las mismas corrientes.
La marcha progresiva de las mareas y los vientos alisios, producen en los trópicos el movimiento general que arrastra á las aguas de los mares de Oriente á Occidente, y al cual se ha dado el nombre de corriente ecuatorial ó corriente de rotacion. Su direccion varía merced á la resistencia que le oponen las costas orientales de los continentes. Comparando los trayectos seguidos por botellas arrojadas á propósito al mar por los viajeros, y recogidas mas tarde, Daussy ha determinado la velocidad de agua cor-