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la temperatura media, es preciso que estén puros de toda mezcla con las aguas que descienden de las alturas ó con las que vienen de capas muy profundas, y que ademas recorran un largo trayecto subterráneo á la profundidad constante de 13 á 19 metros en nuestros climas, y de poco mas de 1 metro, segun ha observado Boussingault, en las regiones equinociales (4). Con efecto, la temperatura no comienza á ser constante en aquellas diferentes regiones, sino en las capas que se encuentran á las profundidades indicadas; ó en otros términos; á las capas en que las variaciones horarias diurnas, y aun mensuales, de la atmósfera, dejan de ser perceptibles.

Hállanse manantiales termales en toda especie de terreno; y aun puede asegurarse que los permanentes de mas calor se han hallado lejos de los volcanes. Citaré dos ejemplos que tomo de mis diarios de viaje, á saber, las Aguas calientes de las Trincheras en la América del Sud, entre Puerto-Cabello y Nueva-Valencia, y las Aguas de Comangillas, cerca de Guanaxuato, en el imperio de Méjico. Las primeras salian del granito y tenian 90°,3; las segundas salian del basalto y señalaban 96°,4.

Segun lo que sabemos respecto del crecimiento del calórico en el interior de la Tierra, las capas donde estas aguas adquieren una temperatura tan elevada deben estar situadas á una profundidad de 2,200 metros. Si el calor interno de la Tierra es la causa general que produce los manantiales calientes, las rocas que estos atraviesan no pueden modificar su temperatura sino en virtud de su permeabilidad ó de su capacidad para el calórico. Los mas calientes de todos los manantiales permanentes, aquellos cuya temperatura es de 95° ó de 97, son tambien los mas puros y menos cargados de materias minerales en disolucion; pero su calor es menos constante que el de los manantiales comprendidos entre 50 y 74°. La invariabilidad