de 5 á 18° por el mismo lado hácia el cual se dirige en aquel paraje la declinacion magnética (72). Bajo las mas altas latitudes, en las regiones inmediatas al polo magnético, el segmento inferior aparece menos oscuro, y el medio del arco brillante se aleja mas del meridiano magnético que en otra region cualquiera.
A las veces, el arco luminoso parece agitado durante horas enteras, por una especie de efervescencia y por un cambio contínuo de forma, antes de comenzar á despedir los rajos y columnas de luz que suben hasta el zénit. Cuanto mas intensa es la emision de la luz polar, mas vivos son sus colores, que pasan del violado y el blanco azulado al verde y rojo purpurino, por todas las tintas intermedias. Lo mismo sucede con las chispas eléctricas, que no se coloran sino cuando la tension es fuerte y la esplosion violenta. Las columnas de luz salen, al parecer, del arco brillante, mezcladas con rayos negruzcos que semejan una espesa humareda; ó bien se elevan simultáneamente en diferentes puntos del horizonte, confundiéndose en un mar de fuego cuya magnificencia no podría espresar pintura alguna, porque á cada instante hacen variar su forma y brillo rápidas ondulaciones. Es tal en ciertos momentos la intensidad de esta luz, que Lowenœrn pudo reconocer en pleno dia, el 29 de Enero de 1786, los cambios luminosos y ondulaciones de la aurora boreal. En efecto, parece que el movimiento acrecienta la visibilidad del fenómeno. Alrededor del punto del cielo que corresponde á la direccion de la aguja libremente suspendida por su centro de gravedad, los rayos producen, reuniéndose, lo que se llama la corona de la aurora boreal, y es una especie de dosel celeste formado por una luz suave y apacible. Pocas veces la aparicion llega á ser tan completa, que se prolongue hasta la formacion de la corona; pero cuando ésta se presenta, anuncia siempre el fin del fenómeno. Los rayos son entonces mas raros, mas cortos, y