estas oscilaciones deben de ser muy pequeñas, y no podemos atribuir á ellas, sino á fuerzas interiores mas poderosas, los temblores de tierra. Por donde se ve, que existen séries enteras de fenómenos cuya débil influencia apenas podríamos determinar numéricamente, pero que es útil señalar, á fin de establecer las grandes leyes de la naturaleza en toda su generalidad y hasta en los menores detalles.
Segun esperiencias, bastante contestes entre sí, á que se ha sometido el agua de diferentes pozos artesianos, parece que por término medio la temperatura de la corteza terrestre se aumenta á medida que se va profundizando en sentido vertical á razon de 1° del termómetro centígrado por 30 metros. Si se aplicase esta ley á todas las profundidades, una capa de granito no llegaria al estado de plena fusion, sino á mas de 4 miriámetros debajo de tierra (4 ó 5 veces la altura del mas alto vértice del Himalaya) (38).
El calórico se propaga en el globo terrestre de tres maneras diferentes. El primer movimiento es periódico y hace variar la temperatura de las capas terrestres á medida que el calórico, segun las estaciones y la posicion del Sol, penetre de alto á bajo, ó se estienda de abajo á arriba, tomando la misma senda, aunque en sentido inverso. El segundo movimiento, que resulta tambien de la accion solar, es de una escesiva lentitud: una parte del calórico que penetra por las capas ecuatoriales, se mueve en el interior de la corteza terrestre hasta casi los polos; allí se desvía de su direccion, sale á la atmósfera y va á perderse en las apartadas regiones del espacio. El tercer modo de propagacion es el mas lento de todos, y consiste en el enfriamiento secular del globo, es decir, en la pérdida de aquella débil parte de calórico primitivo que actualmente se trasmite á la superficie. En la época de las mas antiguas revoluciones de la Tierra, esta pérdida del calor central ha debido ser considerable; pero ha ido tan á menos desde los tiempos históri-