globo, de suerte que á partir de la superficie, el calórico debe ir creciendo gradualmente hácia el centro. Este aumento de calórico se halla establecido de una manera irrecusable, al menos hasta una gran profundidad, por la temperatura de las aguas que brotan de los pozos artesianos, por la de las rocas que se esplotan en las minas profundas, y sobre todo por la actividad volcánica de la Tierra, es decir, por la erupcion de las masas en liquefaccion que arroja de su seno. Segun inducciones fundadas á la verdad sobre simples analogías, es altamente probable que este aumento de calórico se propague hasta el centro.
En la ignorancia completa en que estamos acerca de la naturaleza de los materiales de que está formado el interior de la Tierra; de los diversos grados de capacidad para el calórico y de conductibilidad de las capas superpuestas; y por último, de las trasformaciones químicas que las materias sólidas ó líquidas deben esperimentar bajo la influencia de una presion enorme, no podemos aplicar á nuestro planeta sin reserva las leyes de la propagacion del calórico que ha descubierto un profundo geómetra para un esferóide homogéneo de metal, ayudado de una análisis que él mismo habia creado (37). Ya nuestro espíritu llega, aunque con trabajo, á representarse el límite que separa la masa líquida interior, de las capas sólidas de que se compone la corteza terrestre, ó sea la gradacion insensible en cuya virtud pasan las capas, de la solidificacion completa á la semi-fluidez de las sustancias terrestres reblandecidas, aunque no en fusion todavía. Las leyes conocidas de la hidráulica no pueden aplicarse á este estado intermedio sin grandes restricciones. La atraccion del Sol y de la Luna, que levanta las aguas del Océano y produce las mareas, debe hacerse sentir tambien bajo la bóveda formada por las capas solidificadas, produciendo indudablemente en la masa fundida un reflujo, una variacion periódica de la presion que soporta la bóveda. Sin embargo,