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Mis mejillas tierna halaga,
O jugando con las flores
Se mece entre verdes ramas;
Y yo triste y conmovida
Oigo el rumor de las auras,
El cielo miro, las flores,
Y la bóveda azulada;
Y un recuerdo por mi mente
Como un relámpago pasa,
Un recuerdo de otros tiempos
Encerrado aquí en el alma.
¿Por qué recuerdo tan triste?
Como esa noche estrellada
Así fueron tan hermosas
Las noches de la Macagua.
Esa fué su despedida,
Aun así pienso mirarla.
La luna pálida y bella
Rodaba entre nubes blancas,
Que á mis ojos parecian
Mil palomas en bandadas.
Bellas flores su perfume
Me regalaban ufanas,
El cefirillo un suspiro,
La luna rayos de plata.
Un jobo coposo y alto
En nuestro huerto se alzaba,
Y verdes enredaderas
A su tronco se abrazaban.
La olorosa madreselva
Adornó sus secas ramas
Con ramilletes de flores
Y follage de esmeralda.
Y los ojos del poeta
Y otras flores enlazadas
Formaban del alto jobo
Una gigante enramada.
La enramada al verme triste