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Estática quedé, mirando ansiosa
La abundante cascada de tu pelo
Que, el jiro de la onda temblorosa
Estendia en las aguas como un velo.




Estática quedé ninfa encantada
De las vírgenes selvas paraguayas,
Flor agreste de América, brotada
Como un lirio gentil sobre las playas.




¡Oh que bella te ví! ¡que hermosa y pura
Estabas en el baño descuidada!
¡Jamás imaginé tanta frescura,
Pureza tan perfecta y acabada!




Eras alta, flexible como el junco
Que sombrea de azul el manantial,
Con tus negros cabellos como endrina
Y tu boca encendida de coral.




Las pupilas fogosas renegridas
Brillantes de deseo y de pasiones
No esplicadas aún, pero que forman
De la vírjen las blancas ilusiones.