Soi clara i espero yema.
Fuí al cerro,
maté una ternera,
le saqué una tira
i siempre quedó entera.
Soi requisito esencial,
para poder existir;
sin mí no cabe vivir;
mi falta es un grave mal
(Proverbios morales, edicion de 1612, véase por lo demas Demófilo p. 482) viene en esta otra forma:
«Quién es aquel que nació
sin que naciese su padre?
No tuvo madre su madre
ni de mujer procedió.
Al fin aqueste murió
i despues que hubo espirado
fué en su madre sepultado
a la cual virjen halló.»
I trae el siguiente comentario:—«El justo Abel.—Nació Abel ántes que Adan, su padre, pues Adan no nació, que le crió Dios i le formó de limo de tierra con sus poderosísimas manos; ni Eva, su madre, lo tuvo, porque la hizo i formó Dios tambien de la costilla de su marido. Fué Abel muerto violentamente por envidia que le tuvo su mal hermano Cain; i enterrado en su madre, la tierra, la cual halló virjen, por no haber sido ántes otro alguno sepultado en ella, i fué él el que la estrenó. I así justamente llamamos madre a la tierra, pues de ella tuvimos principio i a ella volvemos».