INTRODUCCIÓN xxvn
espediciones que el Gobernador Hernando Arias de Saavedra hizo sobre los indios del Sur unas veces y sobre los del Chaco otras veces, de 1602 á 1609; pues á pesar de que estas cosas salen del órden mu- nicipal, nuestro Cabildo hacía con frecuencia el pa- pel de parlamento provincial, como se apercibe en las resoluciones de muchas de sus actas.
Muy al principio comenzaron tambien las dispu- tas entre gobernadores y cabildos con los obispos; disputas pueriles y de mera pompa en las ceremo- nias, acompañamientos y preeminencias. El Ilmo, de Liaño pretendió allá por 1599 que al entrar en la Asunción, ó en Buenos Aires viniendo de visitacio- nes, ó por otros motivos, se le había de recibir con pálio sostenido de cada vara por los Regidores. Hubo pleito sobre esto y ruidosa apelacion á la Audien- cia de Charcas, que resolvió el conflicto mandando que se hiciera por la primera vez y no mas.
Nos faltan (y es lástima) asientos, Ó noticias en los asientos que nos quedan, acerca dela proceden- cia genuina de los ganados que en poco tiempo ocu- paron nuestros campos como se vé de este volúmen; y tenemos que estar á la varia procedencia que se les dá, como introducidos y abandonados en parte por los compañeros de don Pedro de Mendoza, co- mo traidos en otra parte de Charcas al Paraguay, y del Paraguay á Buenos Aires despues.
. Algo de mas quizas contuvieran las actas per- didas ó destrozadas sobre las tentativas de filibus- terismo de los piratas ingleses Thomas Cavendish y Eduardo Fountnay (dicho Fontana en nuestros viejos escritos) que en 1583 anduvieron por Martin Garcia viendo si podia dar un asalto de sorpresa á nuestra incipiente ciudad. Fué por esto que comen-
