Página:2 Víctimas del Chic-Primera Edición.pdf/143

Esta página ha sido validada
127
VÍCTIMAS DEL CHIC.

hacerla ver sus galas, y la madre se miraba en ella hasta que desaparecía con el crugir de la seda, la riqueza de los encajes y el brillo de las alhajas. ¡Pobre madre! á nadie veía, nada leía, y no era ciertamente su digna hermana la que había de sacarla de un error que de fijo le costaria la vida, estando ya tan delicada de salud, viendo en su hija una precita en las penas eternas, mientras que en sus momentos de delirio de amor maternal, se le figuraba verla en el cielo ≪revestida de un ropaje blanco, con palmas en sus manos, señal de pureza y símbolo de su triunfo≫, como dice el Apocalipsis.


VII


Tres años habían pasado desde que Yolande era chic, y dos desde que aceptó la corte de Bozol. Éste empezó á aflojar, á ser menos asiduo, menos embustero en las protestas de afectos, y buscaba pretextos para eludir el acompañarla. Ella lo veía bien, rabiaba y no sabia qué hacer. No porque quisiese de veras á Bozel, pues no habia cedido á una de esas pasiones que avasallan y creen encontrar en su sinceridad la