farán para siempre, por lo que adelante vuestra majestad verá.
Y así estuve sin salir de aquel aposento y real que allí tenia seis ó siete dias, porque no me osaba fiar dellos, puesto que me rogaban que me viniese á una ciudad [1] grande que tenian, donde todos los señores desta provincia residian y residen, hasta tanto que todos los señores me vinieron á rogar que me fuese á la ciudad, porque allí seria bien recibido y proveido de las cosas necesarias, que no en el campo. Y porque ellos tenian vergüenza en que yo estuviese tan mal aposentado, pues me tenian por su amigo, y ellos y yo éramos vasallos de vuestra alteza; y por su ruego me vine á la ciudad, que está seis leguas del aposento y real que yo tenia. La cual ciudad es tan grande y de tanta admiración, que aunque mucho de lo que della podria decir deje, lo poco que diré creo que es casi increible, porque es muy mayor que Granada [2] y muy más fuerte, y de tan buenos edificios y de muy mucha más gente que granada tenia al tiempo que se ganó, y muy mejor abastecida de las cosas de la tierra, que es de pan y de aves y caza y pescados de los rios, y de otras legumbres y cosas que ellos comen muy buenas. Hay en esta ciudad un mercado