Página:13 Cartas del Famoso Conquistador Hernán Cortés.pdf/629

Esta página ha sido corregida
619

veer de lo que veniamos á buscar, cargámonos de aquel maíz verde para comer, y volvimos á las barcas, sin saber rencuentro ninguno ni ver gente de los naturales de la tierra; y embarcados, atravesé de la otra parte del golfo, y en el camino nos tomó un poco de tiempo, que atravesamos con trabajo, y se perdió una canoa, aunque la gente fué socorrida por una barca, que no se ahogó sino un indio; y tomamos la tierra ya muy tarde cerca de noche, y no pudimos saltar en ella hasta otro dia por la mañana, que con las barcas y canoas subimos por un riatillo pequeño que allí entraba, y quedando el bergantin afuera, fuí á dar en un camino, y allí salté con treinta hombres y con todos los indios y mandé volver las barcas y canoas al bergantin; é yo seguí aquel camino, y luego á un cuarto de legua de donde desembarqué dí en un pueblo que, segun pareció, habia muchos dias que estaba despoblado, porque las casas estaban todas llenas de yerba, aunque tenian muy buenas huertas de cacaguatales y otro árboles de fruta, y aunduve por el pueblo buscando si habia camino que saliese á alguna parte, y hallé uno muy cerrado, que parecia que habia muchos tiempos que no se seguia; y como no hallé otro, seguí por él, y anduve aquel dia cinco leguas por unos montes, que casi todos los subimos con manos y piés, segun era cerrado, y fuí á dar á una labranza de maizales, adonde, en una casita que en ella habia, se tomaron tres mujeres y