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dia de lo descubierto conocemos, hay necesidad que á nuevos acontecimientos haya nuevos pareceres y consejos; y si en algunos de los que he dicho, ó de aqui adelante dijere á vuestra majestad, le pareciere que contradigo algunos de los pasados, crea vuestra excelencia, que nuevo caso me hace dar nuevo parecer. Invictísimo César, Dios nuestro Señor la imperial persona de vuestra majestad guarde, y con acrecentamiento de muy mayores reinos y señoríos, por muy largos tiempos en su santo servicio pros

del gentilismo son fuertes fundamentos para no llorar tanto la falta de algunas en España á la que circulando la población por el mundo, irán volviendo insensiblemente. Yo no vine á esta Nueva España para volver á mi antiguo reino ni para enviar riquezas, sino para vivir en trabajos y fatigas de mi pastoral ministerio; conservo amor a mi patria; y no quiero desindir la vieja España, en cosa alguna y con todo dijo con verdad Hernán Cortés que México y otras provincias de la, América tienen disposición para ser de las mejores del inundo con grandeza, nobleza y riqueza; sin que me mueva á decir esto la adulacion á los naturales deste pais, si no únicamente el conocimiento de la verdad, el amor á todos los españoles destos paises, á los indios, por mi oficio y derecho, divino, natural y eclesiástico, y la experiencia de que la tierra la fecunda, agradecida al cultivo, y benética en mas abundantes cosechas que en nuestra España. No por esto faltan incomodidades, y mayores que en la Europa; porque las pestas son mas frecuentes, los calores é intemperie hacia las costas del mar, sea Norte ó Sur, insufribles, y aun casi inhabitables algunas; de modo que el que viene A Nueva-España puedo esperar sea su sepulcro, no solo el mar, sino también los puertos: tenga presente la muerte y la eternidad para no cebarse con la codicia; que las riquezas se desaparecen, y lo que queda siempre es la justicia, las virtudes y la buena fama.