A esta nueva época se le ha dado el nombre de Sociedad o Era de la Información y, como concepto, se la identifica como uno de los procesos de transformación más acelerados y radicales que haya experimentado la humanidad. En este tránsito, asistimos también a una experiencia nunca vivida anteriormente: lo que ocurre en algún lugar del mundo, es presenciado en tiempo real por personas que se encuentran en otro lugar del mundo. Se evidencia así, la existencia de la llamada “aldea global” anunciada ya por Marshall McLuhan en los años sesenta, aunque bajo un nuevo concepto: la globalización.
El término globalización adquiere una dinámica de big-bang; expansión y contracción de las posibilidades sociales, políticas, económicas y, sobre todo, culturales en el mundo entero, generando interdependencias, desequilibrios y dificultando la decisión de conjugar prosperidad, democracia y ciudadanía.
Al decir de Alain Touraine “Las transformaciones en curso, plantean diversos cuestionamientos a las instituciones democráticas y su funcionamiento en sociedades, donde la información y la imagen juegan un rol central. Este cuestionamiento alcanza al rol de los partidos políticos, la relación entre electores, elegidos y la producción de sentido de la política.”
Chile, en 1990, se enfrentó al desafío de reconstruir la democracia y sus líderes