gaciones tácitas que se hubieran producido. Estos catálogos se comenzaron a informatizar desde el año 1985, dando a la Biblioteca del Congreso Nacional un carácter único entre los centros de investigación jurídica del país.
El Repertorio de Legislación y Jurisprudencia chilenas, fue una de las obras más importantes que emprendió Ugarte Vial. Ha sido reeditado innumerables veces y abarca la mayoría de los Códigos así como sus leyes complementarias. El primer tomo de esta extensa obra se publicó en 1953 y correspondió al Código Civil, los compiladores de esa edición fueron el propio Ugarte Vial, Antonio Vodanovic, Víctor Loewenwarter y Sergio Insunza B.(11)
En 1955 se editaron los tomos correspondientes al Código de Comercio; su recopilación y redacción perteneció a Víctor Loewenwarter, revisado por Raúl Varela Varela(12) y el Código Penal que tuvo como redactores a Víctor Loewenwarter y Roberto Sánchez Z. Recopiladores fueron el citado Loewenwarter y Aurelio Barros Lastarria, lo revisó el profesor Miguel Schweitzer y actualizó la legislación y agregó los fallos posteriores a la revisión, el profesor Gustavo Labatut Glena, hijo de Adolfo Labatut, antiguo director de la Biblioteca. Con el tiempo se agregaron nuevos códigos y hasta ahora se ha reimpreso innumerables veces.(13)
Tanta actividad hizo necesario aumentar nuevamente a planta del personal de la Biblioteca por medio de la ley N° 11.764 de 1954, promulgada por el Presidente Carlos Ibáñez, (14) nuevamente en la primera magistratura —ahora electo democráticamente— creando seis cargos, entre ellos la jefatura de la sección catalogación y referencias bibliográficas y el de jefe de la sección control. Más de medio centenar de funcionarios conformaban en la época la planta del personal de la Biblioteca.
Uno de los proyectos más queridos de don Jorge Ugarte fue la Enciclopedia Chilena, cuyo objetivo era la descripción de todos los aspectos del país en los órdenes cultural, histórico, biográfico, científico y de recursos naturales. Las investigaciones se iniciaron a fines de los años cuarenta, encabezadas por el propio director Ugarte. Esta ambiciosa obra —que dado su elevado costo, no alcanzó a publicarse— contó con la colaboración y la investigación de distinguidos intelectuales, de los más diversos ámbitos del