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Biblioteca del Congreso Nacional de Chile — 35

paises del mundo, lo que permitia adquirir una cantidad de publicaciones del mayor interes y que habria sido bien difícil proporcionarse por otro camino.

La biblioteca tenia libreros, en correspondencia con ella, en Paris, Lóndres, Berlin, Leipzig, Madrid y Nueva York, que se apresuraban a enviarle los catálogos de las publicaciones mas recientes y mas interesantes y, en vista de ellas, se hacian periódicamente los encargos de libros. En derecho civil, público e internacional, economia política, historia política y parlamentaria y en muchos otros ramos, difícilmente podria en Santiago hallarse otra biblioteca más rica y que estuviese en posesion de lo más moderno publicado en Europa y Estados Unidos.

Además, la biblioteca, desde hace algunos años, estaba suscrita a los mas acreditados diarios y revistas del mundo. Semestralmente se encuadernaban estas publicaciones y formaban una riquísima coleccion que será bien difícil adquirir de nuevo.

Lo mismo acontece con publicaciones oficiales del país y del extranjero, que la biblioteca poseia en abundancia. En sus estantes se hallaban las colecciones completas de los debates de las Cámaras inglesa, francesa, española, italiana, norteamericana y las de casi todos los paises sud-americanos. Todo esto costará bastante reponerlo, si es que logra conseguirse.

El número de volúmenes encuadernados que tenia la biblioteca pasaba de doce mil. A la rústica habia tambien una cantidad mui crecida, formada principalmente con los canjes recibidos de otros parlamentos.

De todo este valioso tesoro es mui poco lo salvado: nada mas que algunos centenares de libros, truncos, medio quemados y mojados.

Entre las reparaciones que se hacian en el Congreso figuraban precisamente el ensanche de la Biblioteca, pues era ya estrecho el local que ocupaba. En el piso alto iban a habilitarse dos grandes salones mas, que habia desocupado la Direccion de Obras Públicas con el objeto de dejarla en tales condiciones de comodidad y holgura que sirviera no solamente a los miembros del Congreso sino al público.”(8)

Superadas las urgencias provocadas por el incendio del 18 de mayo, resulta encomiable la constancia y el trabajo que debió desplegar el Director Labatut, quien se dio a la prolongada y paciente tarea de volver a reunir el fondo bibliográfico de la misma.

Al respecto, Gonzalo Vial resume los aportes económicos fiscales que