Pero, en 1895, don Adolfo, ya en el cargo de Director, vio a la Biblioteca ser consumida por un gran incendio. Al respecto se refiere el historiador Gonzalo Vial:
“Físicamente Senado y Cámara continuaron en el mismo lugar: la manzana enmarcada por las calles Catedral, Compañía, Bandera y Morandé... pero no en el mismo edificio.
Pues el de Brunet de Baines fue víctima, el 18 de mayo de 1895, de un voraz incendio —iniciado en el sector de Morandé— y quedó casi totalmente destruido, con todo su alhajamiento, la Biblioteca íntegra y gran parte del archivo (el del Senado completo). Los cuerpos legales debieron separarse y sesionar en sedes improvisadas...
...La reedificación demoraría quince años, suplementándose el ítem primitivo por sucesivas leyes (1897, 1899, 1900 —dos veces—, 1901, 1907, 1908...) en una suma total superior a 1.250.000 pesos.
Fue ocupándose por partes según el edificio se reconstruía. El terremoto de 1906, sin embargo, produjo nuevos desperfectos...(7)
A continuación, se transcribe lo que en esa oportunidad publicó la prensa. El diario El Ferrocarril de Santiago, del domingo 19 de mayo de 1895, en su primera página titulaba:
“El INCENDIO del Edificio del Congreso Algunos Datos Históricos.- El Mobiliario.- La Biblioteca.- Otros Detalles.”
Luego de informar sobre la historia del edificio, construido inicialmente, como se señaló, por el arquitecto francés Claude E de Brunet de Baines y a las múltiples y valiosas pérdidas materiales provocadas por el incendio del día anterior, se refiere a la Biblioteca del Congreso en los siguientes términos:
“La Biblioteca del Congreso venia formándose desde hace ocho o diez años y era, a la fecha, una de las mas valiosas e interesantes que poseía la República.
Anualmente el presupuesto consultaba fondos para su incremento y había logrado establecer un servicio de canjes con los parlamentos de los principales