LXI Virgilio, que de todos fud el más listo.
—- Padre, exclamó el cuitado, ya tu has visto Que padeci bastante. ¡ No máš sustos! Mira que abjuro los paganos gustos Y á tu divina ley no me resisto,»
Volvió Cristo los ojos paternales, Y con dulce y severa voz le dijo:
—«La piedad de mi padre te perdona, Y el cielo debe abrirte sus umbrales; Pero ántes de eso has de ser mártir, hijo..
Y tradujo á Virgilio Juan de Arona.
Juan de Arona contestó al crítico que debia comer alfalfa y que rebuznaba. Tan apacibles son las costumbres literarias en el Perú.
—«D. Francisco Mariano Urrutia de Popayan tradujo hace años en romance endecasilabo las Geórgicas: no sé si todas, 6 alguna parte, pues sólo conozco una muestra. Tan poco es lo que sabemos unos de otros los hispano-americanos de diversas comarcas,» escribe D. Miguel A. Caro enel Estudio preliminar á su Eneida. Si esto acontece á los americanos, qué no sucederá á los españoles?
—D. José Sebastian de Segura, poeta mejicano, tradujo las Églogas de Virgilio, no sé si en todo 6 parte. Están en un tomo de poesías suyas, que no ha llegado á mis manos.