Página:¡¡Maldito dinero!! (1857).pdf/13

Esta página ha sido validada
— 11 —

en último análisis, equivale á decir: «El progreso es imposible. Dos pueblos, ni mas ni menos que dos hombres, no pueden prosperar al mismo tiempo.»

—Si, en efecto, esa es la consecuencia lógica del principio que hemos admitido.

—Y como todos los hombres aspiran á enriquecerse, resulta de aquí que todos tienden constantemente, y esto en virtud de una ley providencial, á arruinar á sus semejantes.

—¿Y qué quiere V.? Esto podrá no ser muy cristiano; pero está muy en el espíritu de la Economía política.

—Malo, malísimo, detestable....; pero prosigamos. Le he hecho á V. rey absoluto. No se trata de discutir sino de obrar. Nada hay que limite su poder de V. ¿Qué piensa V. hacer en virtud de esta teoria: «la riqueza consiste en el dinero?»

—Procuraré que aumente sin cesar en mi reino la masa de numerario.

—Ya, pero no hay mínas en su reino de V. ¿qué hacer en ese caso? qué ordenará V.?

—No ordenaré; prohibiré. Prohibiré, bajo pena de muerte, que se saque ni un escudo del pais.

—¿Y si el pueblo tiene hambre?

—No importa que tenga hambre. En la hipótesis que hemos admitido, dejarle esportar numerario, seria dejar que se arruinase.

—Es decir, que V. confiesa que obligaría á su pueblo á hacer precisamente lo contrario, de lo que V. mismo haría en circunstancias semejantes ¿por qué es esto?

—Sin duda porque yo me sentiría aguijoneado por el hambre, al paso que el hambre de los pueblos no aguijonea á los legisladores.

—Pues bien, yo le aseguro á V. que semejante