Oro y ébano/Pordioseros de amor
Pordioseros de amor
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Mis ojos son dos mendigos
que van –hambrientos de luz–
mirando hacia un hondo cielo
sin astros y sin azul:
hoy han llamado a tu puerta;
si eres compasiva tú,
enséñales tus pupilas
llenas de sol y de azul
y dales una mirada...
una limosna de luz!
Mis labios son dos mendigos
que están sedientos de miel
porque en la vida apuraron
la amargura hasta la hez:
hoy han tocado a tu puerta,
¿quieres hacerles un bien?
Enséñales la sonrisa
de tus labios de clavel,
y dales un beso... un beso
como limosna de miel!