Oh gran Virgilio!, si sangrientas vieras
Al saco de Mantua por el ejército del César, con el verso de la Égloga Nona de Virgilio. Escribe en seso, porque habla con él
Mantua væ miseræ nimium vicina Cremona.
¡Oh gran Virgilio!, si sangrientas vieras
de tu primera cuna las pizarras,
y el águila imperial, con pico y garras,
morder murallas y romper banderas,
con trompa, y no con lira, interrumpieras
el ocio a sombra de hayas y de parras,
y la pluma de cisne en las bizarras
del intrépido Marte convirtieras.
Mejor (viendo que el César los soldados
germánicos de nuevo galardona)
hicieras versos de dolor bañados.
¡Ay del verde laurel de tu corona,
entre vestigios de ceniza helados!
¡Ay Mantua, la vecina de Cremona!