Oficio de don Francisco Maria Roca al Ayuntamiento de Guayaquil, dándole cuenta de la adquisición de la Imprenta.

Eximo. Señor:

Deseando vivamente traer a mi país todas las ventajas que ofrece la Imprenta, pedí a Don José Sarratea una que tenía a bordo de la Escuadra, la que efectivamente remitió, señalándole el precio de siete mil pesos; pero a su llegada aquí se encontró diminuta, y parte usada por lo que, reconocida por peritos calcularon su valor, de tres a cuatro mil, lo que manifesté al apoderado de Sarratea para que se lo instruyese, inter, por una suscrición, en que contribuí con doscientos pesos, provoqué al público a su establecimiento, y se colectaron por don Jerónimo Zerda, setecientos pesos, que se invirtieron en los gastos para ponerla corriente. Se abrió entonces la suscrición a un periódico, por seis meses, y solo hay ochenta suscritos, que han producido cuatrocientos ochenta pesos, a que, unidos otros trabajos sueltos, asciende el producto a seiscientos y pico de pesos.

El corto sueldo señalado al editor y oficiales subalternos, y los gastos de papel & pasan de doscientos pesos, es decir, el producto hoy es apenas la mitad de los gastos, y como la situación en que ha estado la Provincia no ha proporcionado aumentar los suscritos, resulta que no se puede costear por ahora- En este estado ha contestado Sarratea, negándose a recibir menos de seis mil pesos por el principal, lo que originará que se suspenda el uso, con conocido atrazo del país. Yo he creído que V. E., puede tomar bajo sus auspicios dicha imprenta y evitar que nos quedemos sin ese sostén de la Libertad; y como no es justo que el vendedor pida esto exceso por ella, se puede avaluar y ofrecerle solo lo que valga, y en el caso de que no se allane, pasarle un tanto por arriendo hasta que la ciudad haga venir otra. Si se conforma V.E., de los Fondos de Propios, pudiera satisfacer el principal, en dos o tres plazos, a lo que contribuyo desde ahora, cediendo a V.E., mis sueldos que no he tomado de esta Caja Pública, para que se inviertan en este importante establecimiento, recomendando solo a V.E., que tenga presente que, La libertad de imprenta, protegida como debe ser en los pueblos libres, es el sosten de los derechos de todos; pero con trabas, restricciones, y esclava, despreciable instrumento de la tirania.

Dios guarde a V. E. muchos años.

Guayaquil, Septiembre 7 de 1821.

(f) Francisco Moría Roca.

Al Eximo. Ayuntamiento de esta ciudad.

Bibliografía editar

  • Repatriación de los restos del prócer Francisco María Claudio Roca, Triunviro del Gobierno de Guayaquil de 1820 y quien doto a la ciudad de la primera imprenta. Páginas 20 y 21.