Ocho claves para vivir con fibromialgia/Medicación

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MEDICACIÓN

La medicación no se prescribe para curar la enfermedad, sino para aliviar los síntomas más relevantes. Es importante que sigas las recomendaciones de tu médico.

No existe una medicación ideal para personas con fibromialgia, ya que depende de cuál sea el síntoma más significativo. Por ejemplo, en unos o unas pacientes serán más importantes los pensamientos depresivos que en otros u otras, algunos o algunas necesitarán medicación para dormir y descansar, otros y otras únicamente analgésicos, etc.

¿QUÉ FÁRMACOS SE USAN
HABITUALMENTE?

En 2017 se publicaron las recomendaciones de la Liga Europea contra el Reumatismo (European League Against Rheumatism o EULAR).[1] En ese estudio se evaluó la evidencia científica de los diferentes fármacos utilizados. En las siguientes líneas, encontrarás un resumen de esas recomendaciones farmacológicas. No obstante, es muy importante que comprendas que este capítulo es meramente informativo y que siempre debes dirigirte a un médico y seguir sus indicaciones y así evitar la automedicación ya que puede tener gravísimas consecuencias. Cabe destacar, además, que no existe ningún medicamento con un buen nivel de evidencia para tratar la fibromialgia. En la actualidad, solo la amitriptilina en dosis bajas, la duloxetina, el milnaciprán, el tramadol, la pregabalina y la ciclobenzaprina tienen una ligera base científica para recomendar su uso. No obstante, la evidencia indica que el nivel de recomendación de cualquiera de estos fármacos es bajo y que la única terapia que tiene suficiente evidencia como para que se recomiende de manera clara es el ejercicio físico.

Entre las terapias farmacológicas (todas ellas con un bajo nivel de recomendación), la EULAR menciona: AMITRIPTILINA

Es un antidepresivo y analgésico con poca evidencia científica a favor. Aunque parece que puede producir una reducción del dolor y la fatiga, los estudios realizados hasta la fecha tienen numerosas limitaciones metodológicas.[2] [3]

Efectos secundarios más frecuentes: confusión, agresividad, disminución de la libido, somnolencia, agitación, temblores, mareos, cefaleas, entre otros.

PREGABALINA

Antiepiléptico y analgésico. Ha mostrado una ligera mejora respecto al placebo de los niveles de dolor y una reducción en los problemas de sueño, pero es ineficaz contra la fatiga.[4] También se prescribe contra el trastorno de ansiedad generalizado en adultos.

Efectos secundarios más frecuentes: mareo y somnolencia.

CICLOBENZAPRINA

Relajante muscular. Si bien la evidencia muestra una ligera mejora en los problemas de sueño, no produce mejoras en la percepción del dolor. Además, el 85 % de los y las pacientes experimentan algún tipo de efecto secundario, siendo cerca de un 30 % quienes abandonan el tratamiento con este fármaco.[5]

Efectos secundarios más frecuentes: somnolencia, sequedad en la boca y mareos.

HORMONA DEL CRECIMIENTO

Aunque existe muy poca evidencia científica, ha mostrado reducir de forma significativa el dolor. Además de esto, se encontró una gran mejora en la función física. No obstante, existen ciertas reticencias en relación con la seguridad de esta sustancia, de hecho, en Europa aún no ha sido aprobado su uso para la fibromialgia.[6] [7]

INHIBIDORES DE LA MONOAMINOOXIDASA

Se trata de un fármaco antidepresivo casi en desuso, con un efecto moderado en el dolor y poco o ningún efecto sobre la calidad del sueño y la fatiga. Algunos de los riesgos importantes de esta medicación son las crisis fatales hipertensivas o la psicosis en interacción con comidas que contienen tiramina y con otros medicamentos.[8] En general, se han sustituido por otros antidepresivos más seguros y con menos efectos secundarios.

ANTIINFLAMATORIOS NO ESTEROIDEOS

Son analgésicos como el ibuprofeno o la aspirina. No se ha encontrado mejora con respecto al placebo, aunque el número de artículos científicos es muy limitado.[9] Entre los posibles efectos adversos podemos nombrar problemas estomacales, renales o retención de líquidos.

INHIBIDOR DE LA RECAPTACIÓN DE SEROTONINA Y NORADRENALINA

Como la duloxetina, se trata de un antidepresivo cuya eficacia en general es débil, pero parece ser más efectivo que el placebo para reducir los niveles de dolor, aunque su eficacia está más vinculada a la mejora de los síntomas mentales que al propio dolor físico.[10] [11]

Efectos secundarios más frecuentes: náuseas, sequedad bucal, cefalea y estreñimiento.

INHIBIDOR SELECTIVO DE LA RECAPTACIÓN DE SEROTONINA

Se han reportado mejoras moderadas en dolor, calidad de vida, depresión y sueño, pero sin mejoras claras en los niveles de fatiga.[12] Actualmente es uno de los medicamentos más recetados para la depresión por ser relativamente seguro y causar menos efectos adversos que los demás.

Efectos secundarios más frecuentes: somnolencia, náuseas, disminución de la libido, sequedad de la boca o diarrea.

La serotonina y la noradrenalina son sustancias producidas por el propio organismo y que intervienen en la regulación del dolor, el sueño y el estado de ánimo. En las personas con fibromialgia se han encontrado concentraciones bajas de serotonina. Los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina aumentan la concentración de estas sustancias en el cerebro.

ÁCIDO Γ-HIDROXIBUTÍRICO

La revisión de Perrot & Russell[13] encontró mejoras en los problemas del sueño y la fatiga con un tamaño del efecto medio. Sin embargo, en cuanto al dolor, a pesar de que se encontraron diferencias significativas, el tamaño del efecto fue pequeño. La Agencia Europea de Medicamentos y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos han rechazado la aprobación de este medicamento para la fibromialgia, solo está indicado para la narcolepsia.[14] En la actualidad es una sustancia poco segura.

TRAMADOL

Se trata de un analgésico opioide con actividad inhibidora de la recaptación de serotonina y noradrenalina. A pesar de que el papel de los opioides para los mecanismos dolorosos que subyacen a la fibromialgia no está claro, el tramadol puede producir mejoras en el dolor y podría estar recomendado en los casos más severos debido a que combina la acción opioide con otras actividades.[15] [16]

Efectos secundarios más frecuentes: mareos, cefaleas, confusión, somnolencia, náuseas, vómitos, estreñimiento, sequedad bucal, sudoración y fatiga.

El resto de los medicamentos carecen, en general, de evidencia científica que sustente su uso en personas con fibromialgia. Se desaconseja encarecidamente el uso de opioides fuertes y de corticoesteroides ya que no se han demostrado mejoras claras y los efectos secundarios y contraindicaciones son de alto riesgo.[17]

Cada persona reacciona de manera diferente a los antidepresivos y tendrá diferentes efectos secundarios. Por lo tanto, el o la médico tendrá en cuenta los síntomas y los efectos producidos por otras medicaciones previas. Debes saber que es posible que tengas que probar varios medicamentos hasta encontrar uno que te funcione, que siempre debes hacer caso a tu médico y tener paciencia.


Si te prescriben inhibidores de la monoaminooxidasa tendrás que evitar los alimentos que contengan altos niveles de tiramina como los quesos maduros, el chucrut, las carnes curadas, la cerveza tirada y los productos de soya fermentada (por ejemplo, la salsa de soya, el miso o el tofu).

  1. Macfarlane GJ, Kronisch C, Dean LE, et al. (2017). EULAR revised recommendations for the management of fibromyalgia. Ann Rheum Dis., 76(2): 318-328. doi:10.1136/annrheumdis-2016-209724
  2. Hauser, W., Petzke, F., Uceyler, N., & Sommer, C. (2011). Comparative efficacy and acceptability of amitriptyline, duloxetine and milnacipran in fibromyalgia syndrome: a systematic review with meta-analysis. Rheumatology (Oxford), 50(3): 532-543. https://doi.org/10.1093/rheumatology/keq354
  3. Macfarlane, G. J., Kronisch, C., Dean, L. E., Atzeni, F., Hauser, W., Fluss, E., . . . Jones, G. T. (2017). EULAR revised recommendations for the management of fibromyalgia. Ann Rheum Dis, 76(2): 318-328. doi:10.1136/annrheumdis-2016-209724
  4. Uceyler, N., Sommer, C., Walitt, B., & Hauser, W. (2013). Anticonvulsants for fibromyalgia. Cochrane Database Syst Rev (10), Cd010782. https://doi.org/10.1002/14651858.CD010782
  5. Tofferi, J. K., Jackson, J. L., & O’Malley, P. G. (2004). Treatment of fibromyalgia with cyclobenzaprine: A meta-analysis. Arthritis Rheum, 51(1): 9-13. https://doi.org/10.1002/art.20076
  6. Macfarlane, G. J., Kronisch, C., Dean, L. E., Atzeni, F., Häuser, W., Fluß, E., Jones, G. T. (2017). EULAR revised recommendations for the management of fibromyalgia. Ann Rheum Dis, 76(2), 318-328. doi: 10.1136/annrheumdis-2016-209724.
  7. Perrot, S., & Russell, I. J. (2014). More ubiquitous effects from non-pharmacologic than from pharmacologic treatments for fibromyalgia syndrome: a meta-analysis examining six core symptoms. Eur J Pain, 18(8): 1067-1080. https://doi.org/10.1002/ejp.564
  8. Hauser, W., Bernardy, K., Uceyler, N., & Sommer, C. (2009). Treatment of fibromyalgia syndrome with antidepressants: a meta-analysis. Jama, 301(2): 198209. doi:10.1001/jama.2008.944
  9. Choy, E., Marshall, D., Gabriel, Z. L., Mitchell, S. A., Gylee, E., & Dakin, H. A. (2011). A systematic review and mixed treatment comparison of the efficacy of pharmacological treatments for fibromyalgia. Semin Arthritis Rheum, 41(3): 335-345.e336. https://doi.org/10.1016/j.semarthrit.2011.06.003
  10. Lunn, M. P., Hughes, R. A., & Wiffen, P. J. (2014). Duloxetine for treating painful neuropathy, chronic pain or fibromyalgia. Cochrane Database Syst Rev (1), Cd007115. https://doi.org/10.1002/14651858.CD007115.pub3
  11. Macfarlane, G. J., Kronisch, C., Dean, L. E., Atzeni, F., Häuser, W., Fluß, E., . . . Jones, G. T. (2017). EULAR revised recommendations for the management of fibromyalgia. Ann Rheum Dis, 76(2), 318-328. doi: 10.1136/annrheumdis-2016-209724.
  12. Hauser, W., Wolfe, F., Tolle, T., Uceyler, N., & Sommer, C. (2012). The role of antidepressants in the management of fibromyalgia syndrome: a systematic review and meta-analysis. CNS Drugs, 26(4): 297307. https://doi.org/10.2165/11598970000000000-00000
  13. Perrot, S., & Russell, I. J. (2014). More ubiquitous effects from non-pharmacologic than from pharmacologic treatments for fibromyalgia syndrome: a meta-analysis examining six core symptoms. Eur J Pain, 18(8): 1067-1080. https://doi.org/10.1002/ejp.564
  14. Macfarlane, G. J., Kronisch, C., Dean, L. E., Atzeni, F., Häuser, W., Fluß, E., . . . Jones, G. T. (2017). EULAR revised recommendations for the management of fibromyalgia. Ann Rheum Dis, 76(2), 318-328. doi: 10.1136/annrheumdis-2016-209724.
  15. Littlejohn, G. O., Guymer, E. K., & Ngian, G. S. (2016). Is there a role for opioids in the treatment of fibromyalgia? Pain Manag, 6(4): 347-355. https://doi.org/10.2217/pmt-2016-0012
  16. MacLean, A. J., & Schwartz, T. L. (2015). Tramadol for the treatment of fibromyalgia. Expert Rev Neurother, 15(5): 469-475. https://doi.org/10.1586/14737175.2015.1034693
  17. Macfarlane, G. J., Kronisch, C., Dean, L. E., Atzeni, F., Häuser, W., Fluß, E., . . . Jones, G. T. (2017). EULAR revised recommendations for the management of fibromyalgia. Ann Rheum Dis, 76(2), 318-328. doi: 10.1136/annrheumdis-2016-209724.