No tardes, Muerte, que muero
I No tardes, Muerte, que muero; ven, porque viva contigo; quiéreme, pues que te quiero, que con tu venida espero no tener guerra conmigo. II Remedio de alegre vida no lo hay por ningún medio, porque mi grave herida es de tal parte venida, que eres tú sola remedio. Ven aquí, pues, ya que muero; búscame, pues que te sigo: quiéreme, pues que te quiero, y con tu venida espero no tener vida conmigo.