No sé por qué me fatigo
I No sé por qué me fatigo, pues con razón me vencí, no siendo nadie conmigo y vos y yo contra mí. II Vos por me haber desamado, yo por haberos querido, con vuestra fuerza y mi grado, habemos a mí vencido; pues yo fui mi enemigo en darme como me di, ¿quién osará ser amigo del enemigo de sí?