No puedo sufrir más el dolor fiero
No puedo sufrir más el dolor fiero, ni ya tolerar más el duro asalto de vuestras bellas luzes, antes falto de paciencia y valor, en el postrero trance, arrojando el yugo, desespero; y, por do voy huyendo, el suelo esmalto de rotos lazos; y levanto en alto el cuello osado, y libertad espero. Mas, ¿qué vale mostrar estos despojos, y la ufanía d' alcançar la palma d' un vano atrevimiento sin provecho? El rayo que salió de vuestros ojos puso su fuerça en abrasar mi alma, dexando casi sin tocar el pecho.