No es tan duro mi pecho que no sienta

No es tan duro mi pecho que no sienta
de Fernando de Herrera


 No es tan duro mi pecho que no sienta   
 la fuerza del dolor que en él desciende;   
 mas amor, por más daño, me defiende   
 que descubra las llagas de mi afrenta.   
 

 quiere que calle el mal y que consienta 
 la pena que me aqueja y siempre ofende,   
 y en fuego desusado tarde enciende   
 el corazón, que en llama se sustenta.   
 

 Si esta grave pasión no perturbara   
 el pecho, bien pudiera confiado  
 llegar al dulce fin de la alegría;   
 

 mas ¡ay, cuánto es esta esperanza cara!   
 y por mirar su bien ¡cuánto ha pasado   
 de afán y de tormento la alma mía!