[ fol. ix. ]

Capitulo seys, como llegamos a Apalache.

L

Legados que fuymos a vista de Apalache, el governador mando que yo tomasse nueve de cavallo y cinquenta peones y entrasse en el pueblo y ansi lo acometimos el veedor y yo : y entrados no hallamos sino mugeres y muchachos, que los hombres a la sazon no estavan en el pueblo : mas de ay a poco andando nosotros por el acudieron, y començaron a pelear flechandonos, y mataron el cavallo del veedor, mas al fin huyeron y nos dexaron. Alli hallamos mucha cantidad de maiz que estava ya para cogerse : y mucho seco que tenian encerrado. Hallamos les muchos cueros de venados : y entre ellos algunas mantas de hilo pequeñas y no buenas, con que las mugeres cubren algo de sus personas. Tenian muchos vasos para moler maiz. En el pueblo avia quarenta casas pequeñas y edificadas baxas y en lugares abrigados por temor de las grandes tempestades que continuamente en aquella tierra suele aver. El edificio es de paja y estan cercados de muy espeso monte, y grandes arboledas y muchos pielagos de agua, donde ay tantos y tan grandes arboles caydos que embaraçan y son causa que no se puede por alli andar sin mucho trabajo y peligro.