MUSSET


 
Mademoiselle Byron, vate de amores y de engaños
Cuyos versos exhalan como un hondo gemido
Aquel que a los veinte años tus versos no ha leído,
¡Oh divino poeta! no ha tenido veinte años.

Yo he sufrido contigo todos tus desengaños
Yo tus lánguidos versos de fuego he sentido
Y te he visto llorando como pájaro herido
Al través de tus cantos, de tus ritmos extraños.


Padre de Bernerette, y de Margot la bella
Padre de tanta flor, padre de tanta estrella
Roy del ensueño místico, señor de la emoción.

He de llegar un día a tu sagrada losa
Para dejar en ella la rosa más hermosa
La que has puesto en el alma de tu Mimí Pinsón.