Museo científico y literario

​El Museo Universal​ (1869)
Museo científico y literario
MUSEO CIENTÍFICO y LITERARIO.


El acreditado Mr. Fergusson, autor de la Historia de la Arquitectura, que tan bien ha sido acogida en el estranjero por los inteligentes, pronunció en el Instituto Real de Londres, un discurso notable sobre los adoradores de árboles y serpientes, según muestras que ofrecen los monumentos de la India recientemente descubiertos, y que él mismo ha descrito con minuciosidad en un libro hace poco dado á la estampa, con ilustraciones de la mitología y arte índicos en el primero y cuarto siglo después de Jesucristo, sacadas de las esculturas de los templos budhistas en Sanchi y Amravati. Después de algunas observaciones sobre el escaso conocimiento que aun tenemos sobre la materia, el profesor manifestó su creencia de que los aborígenes de la India fueron adoradores de arbustos y serpientes, en cuya opinión le confirmaban los últimos descubrimientos hechos especialmente en las grandes y arruinadas Ciudades de Cambodia. por el artista francés Mr. Moubot; por el coronel Mackencie , por el caballero Walter Elhot y otros varios. En seguida procedió á hacer un breve resumen de la historia del budhismo, que comienza 600 años antes de Cristo; por un jóven principe de la raza de Saka, familia antigua del Norte de Bengala, que despreciándolo todo, anduvo errante de ciudad en ciudad, enseñando y practicando el ascetismo mas rigoroso, cuya religión llegó por fin a establecerse trescientos años despues por un rey llamado Asoka. Manifestó asimismo su opinión de que el budhismo fue meramente la forma refinada de un culto antiguo y no una religión nueva; y que su objeto fue emancipar a los aborígenes que habían sido subyugados por la raza Aryana, 2000 años antes del nacimiento del Redentor. Puso á la vista los rasgos característicos de los primeros, raza turania y eminentemente constructora, y los de la Aryana, pueblo superior en entendimiento literario, que hablaba el Sánscrito, cuya religión estaba en los vedas, y que trató de esterminar el culto de los reptiles en aquellos á quienes conquistaba. El budhismo se estendió por la India, y floreció hasta las invasiones de los mahometanos hacia los años 1000 de la cristiana era. De aqui proviene que todos los monumentos antiguos sean de origen budhista. Se hizo cargo después el profesor, de los interesantes detalles arquitectónicos de algunos de esos magníficos templos que existieron en la India y en Cambodia, y que son contemporáneos de las grandes cátedraes de York, Amíens y Colonia; y comentó sobre los incidentes representados en las esculturas, indicativos de los modos de adorar las serpientes, árboles, y de las oraciones, fiestas, etc., algunos de los cuales son de naturaleza marcadamente epicúrea. En la última parte de su discurso aludió á la existencia de formas de este culto entre los judíos, griegos y romanos, refiriéndose á pasajes de la Biblia, de los poemas homéricos, y otras obras de la antigüedad, y describiendo el establecimiento del culto en Roma durante una epidemia, en que se trajeron serpientes del templo de Esculapio en Epidauro para que fuesen objeto de adoración. Los egipcios las emplearon como un símbolo, y hay dudas sobre si las adoraron. Los antiguos germanos reverenciaron los árboles y tenian bosques sagrados; pero no adoraron serpientes. En nuestros dias, la religión nacional de Dahomey es todavía adoración de serpientes y árboles combinada con sacrificios humanos, y á juzgar por los monumentos, tenian una religión parecida los mejicanos. Por conclusión dijo, que atribuía el culto de las serpientes á su naturaleza y hábitos peculiares, que han hecho que los hombres las consideren sabias é inmortales; y el de los árboles al placer y ventajas qué de ellos reportan.

La segunda lección, del doctor Foster, sobre los movimientos involuntarios de los animales , versó acerca de los latidos del corazón. Después de manifestar los caracteres que distinguen este latido, de las contracciones musculares ordinarias, expuso las causas que había para considerarlo como un movimiento involuntario, independiente del sistema nervioso central, y que no tiene estímulo externo suficiente para esplicar su ritmo ó acompasamiento. En su consecuencia, dijo, el estimulo debe estar dentro del corazón, y nace probablemente de centros gangliosos ó nerviosos en los aurículos y en la parte superior de los ventrículos. Mostró después con ejemplares de corazones de ranas que el corazón de los animales de sangre fría, fuera el cuerpo, bate con una pulsación firme decreciendo gradualmente en fuerza y estension conforme invade en su depósito de alimento: y aun en esta posición siente el influjo del calor, del frío y de la electricidad. Mientras esta en el cuerpo, es el índice de su estado, por el pulso, y es muy sensible al influjo de los nervios, retardándose ó acelerándose su velocidad, ó modificándose esencialmente su carácter por la acción del espíritu, y por estimulantes químicos, que concluyen en palpitación, desmayo, etc. Este latido espontáneo puede considerarse como una causa ó facultad de contracción muscular ordinaria. El corazón no sabe lo que es cansancio, porque su latido, en velocidad, en fuerza , en extensión y en carácter es la expresión de su propia energía supérflua. La fuente de su acción está dentro de si mismo: sus movimientos no son mas que la medida de su propia nutrición y de sus propios cambios moleculares. Como la cilia, sus movimientos se dirigen á un fin especial (á llevar al cuerpo la sangre); pero, contrariamente á la cilia, su objeto es eminentemente complejo, y se adapta á los incesantes cambios del cuerpo de que forma parte. En la última de sus conferencias describió el doctor Foster la acción de las linfas que tienen su centro estimulante en la médula espinal, aunque independiente de ella, y esplicó los fenómenos de las arterias sujetos á continuo influjo de la médula espinal.

En Francia, M. Marié-Davy, acaba de abrir una cátedra de meteorología en el nuevo anfiteatro de la calle de Gerson, siendo el segundo curso que esplíca sobre esta ciencia. Espuso, en resumen, que aun no conocemos bien la atmósfera, y que es preciso proceder á su estudio, aprovechándose de todos los recursos de la ciencia moderna y del concurso de todos los hombres de buena voluntad. Dicho estudio, seguido con método, debe comprender: los gases asimilables por las plantas y que les son proporcionados por las lluvias y rocíos -- las materias solidas de origen mineral recogidas en la tierra ó en el mar por los vientos y depositadas en otros parages, y los corpúsculos de origen orgánico, organizados y vivientes, que vienen á perturbar la acción de los organismos superiores en los que se implantan como parásitos.