Moral (DEIE)/Virtudes domésticas/Amor fraternal

MORAL : VIRTUDES DOMÉSTICAS : AMOR FRATERNAL

Sentimiento de afecto, de unión entre los hijos que deben la vida á un mismo autor. El amor fraternal es una virtud: por la concordia y la unión que de él resultan establece la fuerza, la seguridad y la conservación de la familia: los hermanos unidos se defienden mutuamente de toda opresión; se ayudan en sus necesidades, en sus trabajos; se socorren en todos sus infortunios y aseguran de este modo la felicidad de su común existencia. Los hermanos y hermanas unidos son fuertes y poderosos contra toda clase de acontecimientos. La familia entre la que reina una buena armonía prospera, porque, trabajando de acuerdo, dos hacen mas que cuatro que trabajan aisladamente. Si un brazo no quiere ayudar al otro, no podrá hacerse mas que una escasa tarea, lo mismo que cuando una pierna no puede andar, la otra no va muy lejos. Qué ejemplo tan admirable nos ofrece constantemente la vista de un hormiguero en que todos sus habitantes se entienden y obran en común! Trabajo prodigioso en el que la constancia, la unión y armonía suplen con ventaja á la fuerza y otras cualidades que la naturaleza ha negado á aquel miserable insecto. Si se desune una familia se ve bien pronto lo poco que puede cada miembro en particular. Dios bendice la unión y el cariño entre los hermanos.

Este sentimiento, que empieza casi con la vida, debe ser el último que se extinga en nuestros corazones. Este lazo de la sangre puede aflojarse alguna vez por un vicio del carácter ú otras funestas disposiciones, pero jamás debe romperse enteramente. ¡Quién hay que sea capaz de resistir á los recuerdos de su infancia que se presentan continuamente á su imaginación, á los juegos de la primera edad en que se reparten los placeres; qué hermanos olvidarán las caricias que juntos han recibido en el patrio hogar de una tierna madre que les ha recomendado la eterna unión, y la indulgencia de un padre que ha perdonado y olvidado tantas faltas! A menos que el corazón no esté profundamente ulcerado ó completamente pervertido, cómo todos estos pensamientos no despertarán vivamente en él las primeras afecciones que ha conocido! Un accidente ó un obstáculo puede separar por algún tiempo las aguas de un arroyo, pero en el momento que se ven libres, su inclinación las arrastra y empiezan á correr juntas.

Los hermanos desunidos son desgraciados, aislados y sin fuerza. Al poder de asociación formado por la sangre, sucede la debilidad individual. Esto es lo que expresaba ingeniosamente aquel rey escita, que habiendo llamado á la hora de la muerte á sus hijos, los mandó que rompiesen un manojo de flechas. Los jóvenes, aunque bastante vigorosos no pudieron hacerlo, lo que visto por el moribundo rey , cogió en sus manos el hacecito de flechas y torciéndolas una por una entre sus dedos las fué rompiendo. aquí tenéis, les dijo, hijos míos, los efectos de la unión: unidos como un manojo seréis invencibles; cada uno de vosotros aisladamente será tan débil como un junco.




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