Milagro XX - El clérigo embriagado

Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo
Milagro XX - El clérigo embriagado


De un otro miraclo vos querria contar
Que cuntió en un monge de abito reglar:
Quísolo el diablo dura-ment espantar,
Mas la Madre gloriosa sopogelo vedar.


De que fo enna orden, bien de que fo noviçio
Amó a la Gloriosa siempre façer serviçio:
Quitandose de follia de fablar en forniçio.
Pero ovo en cabo de caer en un viçio.


Entró enna bodega un día por ventura,
Bebió mucho del vino, esto fo sin mesura,
Embebdose el locco, issio de su cordura,
Iogo hasta las viesperas sobre la tierra dura.


Bien a ora de visperas el sol bien enflaquido,
Recordó mala-mientre andaba estordido:
Issio contra la claustra hascas sin nul sentido:
Entendiengelo todos que bien avie bebido.


Peroque en sus piedes non se podie tener,
Iba a la eglesia commo solia façer ,
Quisoli el diablo zancajada poner,
Ca bien se lo cuidaba rehez-mientre vençer.


En figura de toro que es escalentado,
Cavando con los piedes, el çeio demudado,
Con fiera cornadura sannoso e yrado
Paroseli delante el traydor probado.


Façieli gestos malos la cosa diablada,
Que li metrie los cuernos por media la corada
Príso el omne bueno muy mala espantada,
Mas valiol la Gloriosa reyna coronada.


Vino Sancta Maria con abito onrrado,
Tal que de omne vivo non serie apreçiado,
Methieselis in medio a él e al peccado,
El toro tan superbio fue luego amansado.


Menazóli la duenna con la falda del manto,
ESto fo pora elli un muy mal quebranto,
Fúso e desterrósse façiendo muy grant planto,
Fincó en paz el monge, graçias al Padre sancto.


Luego a poco rato, a pocas depassadas
Ante que empezasse a sobir ennas gradas,
Cometiólo de cabo con figuras pesadas,
En manera de can firiendo colmelladas.


Vinie de mala guisa, loS dientes regannados,
En çeio muy turbio, los oios remellados
Por ferlo todo piezas, espaldas e costados:
Mesiello, diçie elli, graves son mis pecados!


Vien se cuidó el monge seer despedazado,
Sedie en fiera cueta, era mal dessarrado,
Mas valiol la GlorioSa, es cuerpo adonado,
Commo fizo el toro, fo el can segudado.


Entrante de la eglesia enna somera grada
Cometiólo de cabo la terçera vegada
En forma de leon, una bestia dubdada,
Que traie tal fereza que non serie asmada.


Alli cuidó el monge que era devorado,
Ca vidie por verdat un fiero encontrado:
Peor li era esto que todo lo passado,
Entre su voluntat maldiçie al peccado.


Diçie: valme Gloriosa madre Sancta Maria,
Valame la tu graçia oi en esti dia,
Ca só en grant afruento, en maior non podria:
Madre, non pares mientes a la mi grant follia!


Abes podió el monge la palabra complir
véno Sancta Maria commo solie venir
Con un palo en mano pora leon ferir:
Methioselis delante, empezó a deçir:


Don falso alevoso, non vos escarmentades?
Mas io vos daré oi lo que vos demandades:
Ante lo compraredes que daquend vos vayades,
Con quien volvistes guerra quiero que lo sepades.


Empezoli a dar de grandes palancadas,
Non podien las menudas escuchar las grannadas,
Lazraba el leon a buenas dinaradas,
Non ovo en sus dias las cuestas tan sovadas.


Diçiel la buena duena: don falso traydor
Que siempre en mal andas, eres de mal sennor:
Si mas aqui te prendo en esti derredor,
De lo que oi prendes aun prendrás peor.


Desfizo la figura, empezó a foir,
Nunqua mas fo osado al monge escarnir,
Ante passó grant tiempo que podiesse guarir,
Plógoli al diablo quando lo mandó ir.


El monge que por todo esto avia pasado,
De la carga del vino non era bien folgado,
Que vino e que miedo avienlo tan sovado,
Que tornar non podio a su lecho usado.


La Reyna preçiosa e de preçioso fecho
Prísolo por la mano, levólo por al lecho,
Cubriólo con la manta e con el sobrelecho,
Pusol so la cabeza el cabezal derecho.


Demas quando lo ovo en su lecho echado
Sanctiguol con su diestra e fo bien sanctiguado:
Amigo, dissol, fuelga, ca eres muy lazrado,
Con un pocco que duermas luego seras folgado.


Pero esto te mando, afirmes te lo digo,
Cras mannana demanda a fulan mi amigo,
Conffiessate con elli e serás bien comigo,
Ca es muy buen omne, e dartá buen castigo.


Quiero io que mi via salvar algun cuitado,
Esto es mi deliçio, mi offiçio usado:
Tu finca bendicho a Dios acomendado;
Mas non se te oblide lo que te e mandado.


Disol el omne bueno: duenna, se que debedes,
Vos que en mi fiçiestes atan grandes merçedes,
Quiero saber qui sodes, o que nomne avedes,
Ca io gano en ello, vos nada non perdedes.


Disso la buena duenna: seas bien sabidor,
Io so la que parí al vero Salvador,
Que por salvar el mundo sufrió muert e dolor,
Al que façen los angeles serviçio e onor.


Disso el omne bono: esto es de creer:
De ti podrie, sennora, esta cosa naçer:
Déssateme, sennora, los tus piedes tanner
Nunqua en esti sieglo veré tan grant plaçer.


Contendie el bon omne, queriesse levantar,
Por fincar los inoios, los piedes li besar;
Mas la Virgo Gloriosa non lo quiso esperar,
Tollioseli de oios, ovo él grant pesar.


Non la podie a ella por do iba veer,
Mas vedie grandes lumnes redor ella arder:
Non la podie por nada de los oios toller,
Façie muy grant derecho, ca fizol grant plaçer.


Otro dia mannana venida la luz clara
Buscó al omne bono que ella li mandara:
Fizo su confession con umildosa cara,
Non li çel6 un punto de quanto que pasara.


El maestro al monge fecha la confession,
Dioli conseio bueno, dio]i absoluçion,
Methió Sancta Maria en él tal bendiçion,
Que valió mas por elli toda essa congregaçion.


Si ante fora bono, fo desende meior:
A la sancta reyna Madre del Criador
Amóla siempre mucho, fizol siempre onor:
Feliz fo el que ella cogió en su amor.


El otro omne bono non lo sabrie nomnar,
Al que Sancta Maria ]0 mandó maestrar:
Cogió amor tan firme de tanto la amar
Que dessarsie por ella la cabeza cortar.


Todas las otras gentes legos e coronados,
Clerigos e canonges e los escapulados,
Fueron de la Gloriosa todos enamorados
Que sabe acorrer tan bien a los cuitados.


Todos la bendiçien e todos la laudaban,
Las manos e los oios a ella los alzaban,
Retraien los sos fechos, las sos laudes cantaban,
Los dias e las noches en esso las passaban.


Sennores e amigos, muevanos esta cosa,
Amemos e laudemos todos a la Gloriosa,
Non echaremos mano en cosa tan preçiosa
Que tambien nos acorra en ora periglosa.


Si nos bien la sirvieremos, quequiere quel pidamos
Todo lo ganaremos, bien seguro seamos:
Aqui lo entendremos bien ante que muramos,
Lo que alli methieremos que bien lo empleamos.


Ella nos de su graçia e su bendiçion
Guardenos de peccado e de tribulaçion,
De nuestras liviandades ganemos remission,
Que no vaian las almas nuestras en perdiçion.