Milagro XIII - El nuevo obispo
En esa misme çibdat avie un buen xpiano Avie nomne Ieronimo, era missacantano, Façie a la Gloriosa serviçio muy cutiano, Los dias e las noches ivierno e verano. Finó por aventura el obispo del logar, Non se podien por nada en otro acordar, Tovieron triduano, querien a Dios rogar, Que elli lis mostrase qual debiessen alzar. A un omne catolico bien de religion Fabloli la Gloriosa, dissol en vission: Varon, porque estades en tal dissenssion? Dad al mi creendero esta election. Dissol el omne bono por seer bien çertero: Qui eres tu qui fablas, o qui el creendero? Io so, li disso ella, la Madre de Dios vero, Jeronimo li diçen a essi mi clavero. Sei mi mesaiero, lieva esti mandado: Io te mando que sea aina recabdado, Si al faz el cabillo, será mal engannado, Non será el mi fijo, del su fecho pagado. Dissolo e credieronlo esto los electores; Mas qui era Ieronimo non eran sabidores, Methieron por la villa omnes barruntadores, Darian buena alvriçia a los demostradores. Trobaron a Ieronimo preste parroquial, Omne sin grandes nuevas. sabie pocco de mal, Levaronlo por mano a la siet catedral, Dieronli por pitanza la siella obispal. Siguiendo el messaie el de Sancta María Fiçieronlo obispo e sennor de Pavia, Ovieron ende todos sabor e alegria, Qua vidien que la cosa venie por buena via. Fue muy buen obispo e pastor derechero, Leon pora los bravos, a los mansos cordero, Guiaba bien su grei, non commo soldadero, Mas commo pastor firme que está bien façero. Guioli su façienda Dios nuestro sennor, Fizo buena la vida, la fin mucho meior, Quando issió dest sieglo fue al otro maior, Guiolo la Gloriosa Madre del Criador. Madre tan piadossa siempre sea laudada, Siempre sea bendicha e siempre adorada, Que pone sus amigos en onrra tan granada: La su misericordia nunqua serie asmada.