Milagro III - El clérigo y la flor

Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo
Milagro III - El clérigo y la flor


Leemos de un clerigo que era tiest herido,
Ennos viçios seglares fera-mient embebido;
Pero que era locco, avie un buen sentido,
Amaba la Gloriosa de corazon complido.


Commo quiere que era en el mal costumnado,
En saludar a ella era bien acordado;
Ni irie a la eglesia nin a ningun mandado
Que el su nomne ante non fuesse aclamado.


Deçir non lo sabria sobre qual ocasion,
Ca nos non lo sabemos si lo buscó o non,
Dieronli enemigos salto a est varon,
Ovieron a matarlo, domne Dios lo perdon.


Los omnes de la villa e los sus companneros,
Esto commo cuntiera com non eran çerteros,
De fuera de la villa entre unos riberos
Allá lo soterraron non entre los dezmeros.


Pesol a la Gloriosa con est enterramiento,
Que iaçie el su siervo fuera de su conviento,
Apareçiol a un clerigo de buen entendimiento,
Dissoli que fiçieran en ello fallimiento.


Bien avie XXX dias que era soterrado:
En termino tan luengo podie seer dannado:
Dissol Sancta Maria: fiçiestes desguissado,
Que iaz el mi notario de vos tan apartado.


Mandote que lo digas que el mi cançellario
Non mereçie seer echado del sagrario:
Dilis que non lo dexen y otro trentanario:
Metanlo con los otros en el buen fossalario.


Demandoli el clerigo que iaçie dormitado:
Qui eres tu que fablas? dime de ti mandado,
Ca quando lo dissiero, serame demandado,
Qui es el querelloso, o qui el soterrado.


Dissoli la Gloriosa: yo so Sancta Maria,
Madre de Jhu Xpo, que mamó leche mia:
El que vos desechastes de vuestra compannia:
Por cançellario mio yo a essi tenia.


El que vos soterrastes luenne del çimiterio,
Al que vos non quisiestes façer nul ministerio,
Yo por esti te fago todo est regunçerio:
Si bien non lo recabdas,tente por en laçerio.


El dicho de la duenna fué luego recabdado,
Abrieron el sepulcro apriesa e privado,
Vidieron un miraclo non simple, ca doblado,
el uno e el otro fue luego bien notado.


Yssieli por boca una fermosa flor
De muy grant fermosura, de muy fresca color,
Inchie toda la plaza de sabrosa olor,
Que non sentien del cuerpo un punto de pudor.


Trabaronli la lengua tan fresca e tan sana
Qual pareçe de dentro la fermosa mazana:
Non la tenie mas fresca a la merediana
Quando sedie fablando en media la quintana.


Vidieron que viniera esto por la Gloriosa,
Ca otri non podrie façer tamanna cosa:
Transladaron el cuerpo cantando speçiosa,
Apres de la eglesia en tumba mas preçiosa.


Todo omne del mundo fará grant cortesia
Que fiçiese serviçio a la Virgo Maria:
Mientre que fuere vivo, verá plaçenteria,
E salvará el alma al postremero dia.