El cancionero de Borinquen: Composiciones originales en prosa y verso (1846)
Mi novia de Manuel Antonio Alonso Pacheco
Nota: Se respeta la ortografía original de la época


MI NOVIA.


Cada cual tiene su gusto
En esto de elegir novia
Y á veces á uno le mata
La misma que á otro encocora.
A mí como uno de tantos,
Quizás rodando la bola
Me llegue tambien el turno.
Si es así, quiero la novia
Completamente á mi gusto;
De lo contrario no hay boda.
Que no sea pequeñita,

Tampoco una gastadora:
Ni gorda como un tonel,
Ni seca como una anchova;
Que si me toca una flaca
Siendo yo flaco de sobras,
Tendríamos unos nenes
Como galgos de Mallorca.
Y si por mi mala estrella
Me caso con una gorda,
¡Qué angustias y qué desvelos
En la estacion calurosa!
Muy bella? líbreme el cielo
De semejante camorra;
Tener el infierno en casa
Es tener muger hermosa.
No habrá comedia casera,
Baile, tertulia ó ribota.
Que no les vaya un convite
«Á Don Fulano y Señora.»
Si el marido es complaciente,
Despues de vaciar la bolsa,
Se divierte que es un gusto
Viendo á su querida esposa
Cercada de mil galanes
Pasar dulcísimas horas,
Mientras él en un rincon
Está como un papamoscas:
Y esto á ninguno le gusta

Por mas que sea de moda.
Si es algun escarmentado
Que entiende la maniobra
Y quiere que su muger
Con él solo baile à solas,
De chismes, riña y mal gesto
Tiene la semana toda.
Tampoco quiero una fea,
Porque es tristísima cosa
Oir á los que la miran
Esclamar: ¡Jesus qué loba!
Ni con un millon de dote
La quiero sabia, ni tonta,
Pues son dos enfermedades
Que las temo mas que al Cólera.
Literata? para el diablo
Que cargue con esa cócora;
No quiero que me dé versos
Cuando yo pida la sopa,
Y esté leyendo á Breton,
Zorrilla, Quevedo y Góngora
Cuando debiera mirar
Si hay que componer la ropa.
Mi novia ha de ser morena,
Con la zandunga española,
Ni, como he dicho, pequeña
Ni alta, sabia ni tonta,
Ni bella como un querube,

Ni fea como una loba,
Sino, así, que á nadie asuste,
Ni dé envidia por hermosa:
Que me quiera á uso de feria
Con peros, faltas y sobras,
Y que á la aguja no tema
Ni la horripile la escoba.
Para mí ha de ser muger,
Para los otros señora
Que la atiendan y respeten
Por su virtud y su honra.
Si así la encuentro, feliz
Pasaré mi vida toda,
Y tanto la he de querer
Que logre hacerla dichosa;
Y sinó; punto redondo.
Soltero y ruede la bola.


Manuel A. Alonso.