Manual de Biografía: Manuel María Santa Ana


SANTA ANA (D. MANUEL MARÍA),

PUBLICISTA.


Sevilla, patria de tantos varones ilustres, lo ha sido también del que forma el objeto de estas líneas. En su juventud siguió la carrera de la medicina, que abandonó por la literaria, representándose en su ciudad natal en 1842 su primera producción dramática Otro perro del hortelano. En Madrid, á donde se trasladó por entonces, publicó en diferentes periódicos gran número de artículos de toros y costumbres andaluzas, siendo el que puso en boga este género de literatura que ocupó por algun tiempo el teatro. Ya murió Napoleon! pieza de esta clase, y una de las mejores de este autor, es la que le valió entonces la reputación y popularidad que acompaña todavía á su nombre.

En 1844 publicó una Colección de romances y leyendas andaluzas y un Catecismo de Ripalda, en verso.

Dedicado despues á la política formó parte de diferentes redacciones hasta 1848, en que fundó y redactó por sí solo el Diablo Cojuelo, periódico satírico; despues fué propietario del Guardia Nacional y por último de la Gacetilla, diarios populares, cuya baratura contribuyó mucho á su buen éxito. Este postrero contenía ya en germen el pensamiento de la Correspondencia autógrafa, que apareció en 1849, siendo desde luego muy acogida, no obstante los escasos medios con que contaba su fundador, que para llevar á cabo este fecundo pensamiento tuvo que constituirse en redactor, administrador y operario de una empresa que solo contaba con una pequeña máquina, con que no sin dificultad se hizo su ejecutor y representante. El gobierno comenzó á perseguir las cartas de Santa Ana, que bien recibidas en el extranjero eran ya reproducidas por la Presse, que adquirió la propiedad de su traducción en Francia.

Varias vicisitudes ha sufrido este periódico en su larga carrera, siendo unas veces permitido y otras perseguido por la autoridad. La caida del gabinete Bravo Murillo aseguró para siempre su porvenir, pues los gobiernos que lo sucedieron, convencidos de la utilidad que podía reportarles un diario que sin oposición ninguna política les servía para rectificar ó aclarar sus actos, le utilizaron con este objeto, dándole desde entonces una importancia que no ha perdido después. La Correspondencia, mirada como órgano semi-oficial del gabinete, ha sabido conservar su adquirido crédito, y Santa Ana al hacerse de él depositario le ha sostenido y sostiene, no inclinándose á ningun partido político, y siendo únicamente el conducto por donde se trasmiten al público todas las noticias de algun interés. Transformada de autógrafa en tipográfica desde agosto de 1858, este cambio lejos de perjudicar ha mejorado la fortuna de la Correspondencia, que cuenta doce mil suscritores, expendiéndose además con los ejemplares sueltos otros cuatro mil.

La elevada posición de este escritor y su independencia como hombre político le ha valido ser nombrado diputado á Cortes por el distrito de Castroxeriz, provincia de Burgos, en febrero de 1859, correspondiendo con su conducta en la asamblea á sus buenos y conocidos antecedentes. Santa Ana, cuyo carácter tiene toda la viveza de la raza meridional, á que pertenece, es como hombre muy apreciable por sus excelentes cualidades, mereciendo por ellas sinceros elogios.