Manojo de zarsas/Flor de sangre
Flor de sangre
editar
En el nuevo jardín de mis amores
y entre sus laberintos más espesos,
enojos dando á pudibundas flores,
con vivos y purpúreos resplandores,
se abrió el rojo capullo de los besos.
Y aquellas flores castas: las ternuras,
las confidencias, al sentirse solas
por mi abandono, avergonzadas, puras,
ante la flor sangrienta, sus blancuras
perdieron y cerraron sus corolas.