Nota: Se respeta la ortografía original de la época
MAL DE MUCHOS...


¿No viste alguna vez del rayo herido
Desprenderse y rodar cedro gigante,
Llenando de terror al caminante
Entre los bosques al azar perdido?

¿Viste cómo la tórtola en su nido
Llora la ausencia de su triste amante,
Y cómo el sol derrite en un instante
El alud de la sierra desprendido?

¿Viste, por fin, en el tranquilo cielo
Extenderse las nubes poco á poco,
Y de sombras y horror cubrir el suelo?

¿Viste el arbusto que produce el coco?
Pues cese ya tu afán y tu desvelo,
Que si tú no lo viste, yo tampoco!


Madrid, 1867.