Madrid
Esta es la villa, Coridón, famosa que bañada del leve Manzanares leyes impone a los soberbios mares y en otro mundo impera poderosa. Aquí la religión, zagal, reposa rica en ofrendas, fértil en altares; en las calles los hallas a millares; no hay portal sin imagen milagrosa. Y por que más la devoción entiendas de este piadoso pueblo, a cada mano ves presidir los santos en las tiendas. Y dime, Coridón, ¿es buen cristiano pueblo que al cielo da tantas ofrendas? Eso yo no lo sé, cabrero hermano.