Los viajes de Marco Polo/Libro II/Capítulo XIV

Nota: Se respeta la ortografía original de la época

CAPITULO XIV.

ARRABALES DE CAMBALUC.

Es ciudad de muchas casas y habitantes.

Habeis de saber que enfrente de cada puerta de ella hay un arrabal; al todo doce; tantos como puertas y muy poblados; más que la ciudad. En ellos residen los comerciantes y personas dedicadas á negocios: son los que proveen la ciudad. En estos arrabales se ven palacios mas hermosos que los de la capital, excepto el del gran señor.

En la ciudad no se hacen enterramientos.

Los cadáveres de idólatras son incinerados en les arrabales en el sitio destinado para ello, y los de cristianos, sarracenos y otros son enterrados convenientemente para evitar emanaciones insalubres.

Ninguna mujer pública habita en el casco de la capital. En los arrabales hay muchísimas porque llegan á 20.000 á causa de los muchos mercaderes y extranjeros que, á aquellos puntos acuden: por esto podréis calcular á cuánto ascenderá la poblacion de Cambaluc.

A este emporio llegan los más ricos productos y en mayor cantidad que á ninguna otro del mundo; las piedras preciosas, las perlas, los artefactos de la India, del Catay y de otras regiones, y todo por ser la residencia del gran señor y por residir muchas damas y nobles, soldados y ciu ladanos que viven de la corte.

Solamente de seda llegan todos los dias mas de mil carretas, y con ella se fabrican tejidos de oro de todas clases, hecho que nada tiene de extraño, porque como no hay lino en las provincias inmediatas, todo se hace con aquella materia; de cáñamo y algodon hay poco. En torno de Cambaluc hay mas de doscientas ciudades que van á proveerse de todo á la capital.