Los viajes de Marco Polo/Libro I/Capítulo XXX

Nota: Se respeta la ortografía original de la época

CAPITULO XXX.

CIUDAD DE SAMARCANDA.

Samarcanda, ciudad grandiosa y de hermosos jardines, abundantes en cosas necesarias para la vida, depende de un sobrino del gran Kan. Sus habitantes son una parte cristianos y otra sarracenos. A pesar del parentesco, no hay amistad entre el rey y su tio; siempre están en guerra. Se dice haber acaecido en dicha ciudad el siguiente milagro. Hace 125 años un hermano del gran Kan, llamado Zagathai, se hizo cristiano, con grande alegría de los habitantes que profesaban dicha religion. Habiendo resuelto erigir una iglesia á San Juan Bautista, la hicieron de tal manera que todo el techo de ella, que era redondo, descansaba sobre una columna que había en medio: debajo de ella colocaron una piedra cuadrada que extrajeron, con licencia del señor de la ciudad, de un edificio mahometano, hecho que los de esta religion no se atrevieron á impedir. Habiendo muerto Zagathai, le sucedió un hijo suyo que no quería ser cristiano. Entónces los sarracenos impetraron de él que se les devolviese la piedra, y aunque los cristianos se ofrecieron á pagarla, los otros no aceptaron el precio, porque querían la destruccion de la iglesia. Pesarosos los cristianos, recurrieron á San Juan Bautista con grandes muestras de humildad, y cuando llegó el momento en que debía verificarse la extraccion d la piedra, hizo el Santo que la columna se levantase tres palmos, de modo que el trabajo pudo llevarse á cabo, y la columna ha quedado así desde entonces.