Los salvajes y el Nilo
En la margen del Nilo,
unos fieros salvajes del desierto
insultaban, con bárbaros clamores,
al astro que ilumina el universo.
¡Impotente furor! Mientra, insensatos,
le lanzaban apóstrofes tremendos,
el sol, imperturbable en su carrera,
inundaba de luz a los blasfemos.
Entonces dijo el Nilo: -«Vuestro ultraje
»halló el castigo en el desdén supremo;
»jamás la negra injuria
»manchó grandezas, ni escaló los cielos.»-