Los hijos del tío Tronera: Escena III

Escena III

MANUEL, embozado, y BARTOLO



BARTOLO: ¿Quién es este hombre?

MANUEL: (¡Está solo!
puéo hablale sin reselo.)

BARTOLO: (¡Se aserca!)

MANUEL: (Tiene canguelo.)
Dios guarde el señó Bartolo.

BARTOLO: (Várgame Dios.)

MANUEL: (Se hase el sueco.)
¿Qué es eso, no me responde?

BARTOLO: Er que así la cara esconde...

MANUEL: (No hay naide: aquí que no peco.)
¡No me conoses! (Se desemboza.)

BARTOLO: ¡Manué!

MANUEL: Er mesmo.

BARTOLO: ¿Tan sin reboso
te estás así, probé moso,
junto ar mesmo estaribé?

MANUEL: ¿Pus me quieres elatá?

BARTOLO: Puéo...

MANUEL: No lo harás de barde.

BARTOLO: Manué, yo soy el arcarde:
¿qué dirá de mí er luga?

MANUEL: ¿Sabes a lo que he venío?

BARTOLO: Ar punto me la calé.

MANUEL: Pus al negosio.
 
BARTOLO: (¿Qué haré?)
Manolo, ¿estás sin sentío?
Tú eres un cuarquiera, y yo
tengo hasienda que me basta...

MANUEL: No vale toa tu casta,
ni esto.

BARTOLO: ¿Qué íses?

MANUEL: Que no.

BARTOLO: No me provoques.

MANUEL: Fachenda,
y no mas...

BARTOLO: Pus anda, tira. (Saca la navaja.)

MANUEL: ¡Aquí! Y ¿si arguno nos mira?
Tú ar cabo tienes jasienda
pa librar.

BARTOLO: Anda.

MANUEL: No puéo:
sarte del lugar, y ayí
veremos...

BARTOLO: ¡Probé de ti!
Lo que tú tienes es mieo.

MANUEL: ¡Mieo yo! Pus ¿de quién es
esta navaja?

BARTOLO: ¡La mía!

MANUEL: Y hoy no estuvieras con vía
a no valerte los pies.

BARTOLO: Manué, ¡dame ese istrumento!

MANUEL: Ven a buscarlo.

BARTOLO: Me apuras!

MANUEL: Hoy ha de haber asaúras;
conque echa a andar, y ar momento.
 
BARTOLO: ¿Onde vas?

MANUEL: Ar campo voy,
en donde probarte espero,
que si tú tienes inero...

BARTOLO: Dilo.

MANUEL: Yo soy... ¡lo que soy!

BARTOLO: Si no quieres espicha,
nájate, Manué, y deja...

MANUEL: ¿A que te mojo la oreja?

BARTOLO: ¿Lo quieres? Pus echa a anda. (Vanse.)