Los dos cazadores
de Félix María Samaniego


Que en una marcial función, 
O cuando el caso lo pida, 
Arriesgue un hombre su vida, 
Digo que es mucha razón. 
Pero el que por diversión 
Exponer su vida quiera
A juguete de una fiera 
O peligros no menores, 
Sepa de dos Cazadores 
Una historia verdadera.

Pedro Ponce el valeroso 
Y Juan Carranza el prudente 
Vieron venir frente a frente 
Al lobo más horroroso.
El prudente, temeroso,
A una encina se abalanza, 
Y cual otro Sancho Panza, 
En las ramas se salvó. 
Pedro Ponce allí murió. 
Imitemos a Carranza.