Los Ejemplos Ajenos


Miércoles 6 de setiembre de 1916, EL DIA

Los Ejemplos Ajenos: Las ocho horas en Estados Unidos


Como en tantas otras cosas, viene ahora de afuera la sanción plena y terminante de la iniciativa tomada por nuestro Partido y convertida en ley, sobre jornada uniforme de trabajo.

En Estados Unidos de donde viene el ejemplo confortante y aleccionador. Acaba de promulgarse en aquel País, sin mayores resistencias, después de un tramite parlamentario de pocos días, la ley de jornada obrera de ocho horas que nosotros hemos adoptado y que tanto elogiara, cuando estuvo entre nosotros el Ministro de Hacienda Mc-Adoo, después de apoyar en la conferencia Pan Americana la iniciativa de nuestro delegado, señor Cosio, en el mismo sentido. Los que con tanto empeño y tanta violencia combatieron la ley de ocho horas en nuestro País, transformándola en arma política contra el partido gobernante ¿qué dirán ahora, en presencia de la actitud del Poder Ejecutivo y del Parlamento norteamericano, respecto de esa alta conquista de humanidad y de justicia social?.

El contraste es evidente. En aquel gran país industrial, donde los intereses conservadores ejercen una gran influencia, se aplica la jornada de ocho horas con una facilidad que hace honor a los sentimientos generosos de gobernantes y gobernados.

Entre nosotros, sin embargo, las resistencias fueron formidables y aún hoy se ** la liberalidad de aspiraciones de nuestro Partido, como uno de los factores que contribuyeron a propiciarle oposiciones en el comicio.

Bueno es que se sepa que hemos procedido, con una alta noción de las verdaderas conveniencias colectivas y que si algo faltaba para confirmarlo, allí esta el ejemplo de Estados Unidos, la gran democracia del Norte, afirmando, con bella resolución la bondad y la nobleza de nuestra ley de ocho horas, que acaba de hacer suya. Los partidarios lugareños de las cosas ajenas empezaran a evolucionar...