Lira ecuatoriana/Dolores Veintemilla de Galindo

​Lira ecuatoriana​ de Vicente Emilio Molestina
Dolores Veintemilla de Galindo


Un denso velo debe ocultar gran parte de la historia de la señora Veintemilla, en el trascurso del tiempo que peregrinó sobre la tierra.

Su nacimiento tuvo lugar en Quito en 1829, i el nombre que la dieron fué como el precursor del destino adverso que marchitó en lo sucesivo una a una las flores tempranas de su ilusion.

Amó la literatura desde mui niña, i cuando su completo desarrollo intelectual i moral la dejó conocer los encantos que encierra, buscó en las reglas del arte el modo de dirijir los impulsos de su naciente inspiracion. Resonaron sus cantos i cada uno de ellos se compuso tan solo de notas de tristeza, llorando la ausencia del sol de su ventura que desapareció cuando apénas comenzaba su carrera. Los jenios de la noche i de la soledad fueron los primeros que la escucharon.

Dos ramos importantes de las bellas artes fijaron su atencion: la pintura i la música.

Manejaba con habilidad i destreza el pincel, i la música era para ella el dulce lenguaje al cual traducía sus impresiones.

Hoi sus armonías han cesado; su lira ha desaparecido destrosada por el rayo de la adversidad, i los encantos de la bella poetiza se han confundido con el polvo del sepulcro. En Mayo de 1857 la muerte habia helado aquella noble frente. Los infortunios de su vida la precipitaron en el suicidio. Silencio......... preciso es deplorar su fin trájico, sin hacer reminiscencia de un hecho que tanto lastima el corazon de todos, i que mas que una palabra de censura, merece una lágrima de compasion.

Sus trabajos literatios, que formaban como la epopeya de sus desgracias, fueron reducidos a cenizas por su propia mano cuando iba a abandonar la escena social, pretendiendo que se hundieran con ella para siempre en el abismo del olvido.

Solo han quedado algunas composiciones cortas i bien sentidas, de las cuales las dos que van a continuacion entrañan un mérito positivo. La primera por su colorido, su fuego, su arrebato, constituye a su autora en digna émula de Safo; la segunda, escrita al borde de la tumba, es como el postrer suspiro del ave que fallece entre la copa de los ráboles, i cuyo eco, recojido por el viento, se prolonga hasta los confines del desierto.


¡QUEJAS!


¡I amarle pude!!! Al sol de la existencia

Se abría apénas soñadora el alma......

Perdió mi pobre corazon su calma

Desde el fatal instante en que le hallé.

Sus palabras sonaron en mi oido

Como música blanda i deliciosa;

Subió a mi rostro el tinte de la rosa;

Como la hoja en el árbol, vacilé.


Su imájen en el sueño me acosaba,

Siempre halagüeña, siempre enamorada:

Mil veces sorprendiste, madre amada,

En mi boca un suspiro abrasador;

I era él quien arrancaba de mi pecho,

Él, la fascinacion de mis sentidos;

Él, ideal de mis sueños mas queridos;

Él, mi primero, mi ferviente amor.


Sin él, para mí, el campo placentero

En vez de flores me obsequiaba abrojos:

Sin él eran sombríos a mis ojos

Del sol los rayos en el mes de Abril.

Vivia de su vida apasionada;

Era el centro de mi alma el amor suyo;

Era mi aspiracion, era mi orgullo.........

¿Por qué tan presto me olvidara el vil?

No es mio ya su amor, que a otra prefiere:

Sus caricias son frias como el hielo;

Es mentira su fe, finje desvelo.........

Mas no me engañará con su ficcion......

¡I amarle pude delirante, loca!!!

No! mi altivez no sufre su maltrato;

I si a olvidar no alcanzas al ingrato

Te arrancaré del pecho, corazon!




LA NOCHE I MI DOLOR.


El negro manto, que la noche umbría

Tiende en el mundo, a descansar convida;

Su cuerpo extiende ya en la tierra fria

Cansado el pobre, i su dolor olvida.


Tambien el rico en su mullida cama

Duerme soñando avaro en sus riquezas,

Duerme el guerrero i en su sueño exclama:

«Soi invencible y grandes mis proezas!»


Duerme el pastor feliz en su cabaña,

I el marino tranquilo en su bajel:

A ese no alteran la ambicion i zaña;

El mar no inquieta el reposar de aquél.


Duerme la fiera en lóbrega espesura,

Duerme el ave en las ramas guarecida,

Duerme el reptil en su morada impura,

Como el insecto en su mansión florida.


Duerme el viento ...! la brisa vagarosa

Jime apénas las flores cariciando;

Todo entre sombras a la par reposa;

Aquí durmiendo, más allá soñando.


Tú, dulce amiga, que tal vez un dia

Al contemplar la luna misteriosa

Exaltabas tu ardiente fantasía,

Derramando una lágrima amorosa,


Duermes tambien tranquila i descansada,

Cual marino calmada la tormenta,

Así olvidando la inquietud pasada,

Miéntras tu amiga su dolor lamenta.


Déjame que hoi en soledad contemple

De mi vida las flores deshojadas;

Hoi no hai mentira que mi dolor temple......

Murieron ya mis fábulas soñadas!


Hoi en mi yermo espíritu no existe

Ese iucesante sueño de ventura;

Ya el mustio tronco de mi vida triste

Lo ha desgarrado el rayo de tristura.


Llegué al instante postrimero ...... amiga,

Que mi destino cruel me señaló ......

Propicio el cielo siempre te bendiga ......

De mi vida la antorcha se apagó ......